Probablemente este reproductor MP3 hubiera pasado desapercibido por sus características pobres, si hubiera tenido la forma de un tradicional iPod lo hubiera incluso odiado por ser poco original, pero esta vez los muchachos de Coby se ganaron mis aplausos por al menos querer hacer un aparato llamativo y bonito.

Con una memoria de solo 2Gb, vida útil de 5 horas y con 35 canciones gratis, realmente deja muchísimo que desear este reproductor MP3, pero su carcasa roja en forma de piedra pulida hace merecedor de mi abrazo a la distancia a esos diseñadores que se rompieron la cabeza para encontrar la simpleza en algo que es cotidiano.

Mi única duda es la forma en que reproducirá el contenido. ¿Controles en los auriculares?, ¿control mental?, ¿toquecito en el reproductor?. Esos son uno de los misterios que nos lo resolverán en poco tiempo la gente de Coby.

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