En los últimos días hemos estado leyendo muchísimo de opiniones personales acerca de la tablet y, probablemente, esto ha obstaculizado que se destaque una novedad importantísima que ha traído consigo el iPad.
Como ya os comentamos, el iPad lleva incorporado el A4. No, no se trata de un coche de Audi ni de un estándar en hojas de papel, sino del nuevo procesador fabricado directamente por Apple. ¿Cuáles son sus características y por qué decimos que es tan importante para los de Cupertino? Veamos.
Las características
Según nos cuenta Manu Contreras en Gizmología, el blog Bright Side Of News ha publicado una entrada obligatoria de leer para todo fan de Apple y cualquier persona interesada en este mundo, donde explican las características de este nuevo procesador.
De acuerdo con lo que ha comentado el CEO de ARM Warren East, el A4 es un es un ARM Cortex-A9 MPCore de 1Ghz. Éste tiene la característica de no solo ser una CPU (unidad central de procesamiento), sino también una GPU (unidad de procesamiento gráfico), o sea, en otras palabras: es un procesador y un procesador gráfico en un solo chip.
Además de eso, el A4 puede presumir de un bajo consumo, propiciado en parte por el hecho de ser un todo en uno como os comentábamos pero también por su sistema de fabricación. De modo que no debemos pensar que esas 10 horas de autonomía del que presumía Jobs en la keynote pasada fuesen debidas a una buenísima batería, también hay que añadir a esa batería la excelente gestión de energía de este nuevo procesador.
Importancia del A4
¿De dónde viene este procesador? Si recordáis, a principios de 2009 Apple compró P.A. Semi, una empresa que diseña y fabrica chips de silicio. Aquí tenemos el primer resultado de esa sonada compra, un procesador propio.
Este camino no es nuevo para Apple, hace mucho diseñaba sus propios procesadores de silicio para sus Macs junto a IBM (los PowerPC), algo que dejó de hacer por diversos motivos. Pero en esta ocasión los esfuerzos no van por ahí, sino más bien, están centrados en el diseño de chips de bajo consumo y altas prestaciones (basados en la arquitectura ARM).
¿Por qué decimos que este paso es muy importante? Porque Apple se acaba de poner a la altura de empresas como Intel o como Qualcomm en la fabricación de procesadores pequeños, potentes y de bajo consumo.
Los resultados de esta importante decisión para Apple se podrían resumir en tres grandes aspectos:
Por un lado Apple deja de depender de terceros fabricantes para su terminales móviles, y por tanto deja de estar sujeto a sus caprichos en tiempos de entrega, en un modelo que se ajuste a sus necesidades, etc.
En segundo lugar puede ofrecer un mejor precio gracias a que controla esa pieza imprescindible de principio a fin. De este asunto nos hablaba hace unas horas Diego Duarte, quien en su post sitúa el precio del A4 en US $10.
Por último, Apple consigue hacer un traje a medida para su gadget. Muy pocas firmas tecnológicas pueden presumir de eso, de fabricar el hardware a medida de su software. Ni Google, ni Microsoft, ni muchos otros grandes pueden decir lo mismo, lo que sitúa a la empresa de la manzana un punto por encima de todos los demás. Este diseño a medida se traduce en un mejor rendimiento general y más estabilidad del sistema completo.
¿Qué nos depara el futuro en este sentido? Sinceramente no creo que Apple vuelva a introducirse en el mercado de los procesadores de gama alta como Intel, ese sector es bastante más complejo. Pero lo que podemos asegurar es que el camino iniciado por el A4 se verá reforzado casi seguro en los próximos gadgets. De hecho, no dudaría en absoluto que este procesador sea el elegido para el próximo iPhone. ¿Vosotros cómo lo véis?