Docks, docks y docks. Hay que reconocerlo, a los maqueros nos encantan los docks, tenemos uno para el teléfono, otro para el iPod e incluso nos inventamos algunos con forma de iMac para poner un producto que ni siquiera existe.
Pero entre todos estos hay algunos que destacan por encima de los demás, se trata de los docks con altavoces. Esos pequeños aparatos a los que conectamos nuestros dispositivos reproductores de música portátiles (a.k.a. iPod) para escuchar a todo volumen nuestra música favorita. Desde el espacio nos llega Luna Voyager, un dock con altavoces para el iPod (y el iPhone, por supuesto) de la mano de XtremeMac y que hoy analizamos en AppleWeblog.
Visión global
El Luna Voyager se trata básicamente de un despertador con altavoces al que se le puede conectar un iPod, esta es su principal función: ser un despertador. Como todo buen despertador tiene una gran pantalla donde podemos ver claramente la hora que es y, de modo casi anecdótico, el volumen al que está configurado numerado del 00 al 20.
La pantalla, que a simple vista puede parecer extremadamente luminosa, tiene brillo ajustable y podemos incluso apagarla completamente (perfecto para aquellos a los que nos gusta dormir completamente a oscuras).
Además de la pantalla tiene el hueco para conectar un iPod o iPhone, dos botones (CLOCK (Play/Pause) y ALARM) y una gran rueda que nos permitirá ajustar el volumen del aparato o la hora de la alarma.
Y otro detalle interesante es que es posible ajustar el reloj con la hora que tengamos configurada en el iPhone, olvidándonos de tener que cambiarla en verano.
Usándolo como despertador
Nos ofrece dos modos diferentes de despertador: iPod y Buzz. En este último sonará el típico sonido de despertador cuando llegue la hora marcada (y es la hora porque solamente permite configurar una única hora) y en modo iPod comenzará a reproducirse la música allá por donde la dejáramos la última vez que lo usamos.
Por suerte (ya que la personalización es ínfima), nos permite configurar el volumen al que queremos que suene la alarma que irá aumentando progresivamente desde el 00 hasta el volumen indicado, para evitar darnos un susto cuando suene.
Aunque hay que tener cuidado, si desactivamos el despertador usando la rueda que nos permite cambiar el volumen, este no se apagará completamente y volverá a sonar unos minutos más tarde, despertando a todos tus compañeros de piso si te fuiste a la ducha cuando pensaste que lo habías desactivado (sí, hablo por experiencia propia). Para desactivarlo completamente hay que pulsar una sola vez sobre el botón ALARM.
Si pulsamos repetidas veces sobre dicho botón podremos cambiar entre tener la alarma desactivada o cambiar los modos del despertador y si lo dejamos pulsado podremos cambiar la hora de la alarma usando la rueda del centro. El uso es muy intuitivo y un par de minutos bastarán para adecuarse al aparato.
Por último decir que posee un par de huecos (bastante escondidos) para colocarle dos pilas que harán de batería para el despertador en caso de que no recibiera corriente del cable de alimentación.
Usándolo como altavoces
Este es posiblemente el punto más débil del aparato. Si estamos buscando unos altavoces baratos para el iPod, que sean fácilmente transportables y que ofrezcan un volumen y calidad del sonido medianamente aceptables, el Luna Voyager cumple con el cometido. Pero si lo que buscamos es un dock desde el que centrar la reproducción de música de nuestra casa o habitación, no es, para nada, el más indicado para ello.
Como ya he dicho el volumen y la calidad del sonido es más que aceptable, yo no soy demasiado exigente en cuanto a la calidad de la música así que no he notado diferencia alguna entre escucharla desde los auriculares o escucharla desde el dock. El volumen también es aceptable, no da para montar una fiesta pero perfectamente llena una habitación grande, e incluso ensordece si no hay mucho ruido ambiente y se configura al máximo.
Por otro lado, se echan en falta muchas opciones. Directamente desde el dock solo podemos controlar el volumen y el play y pause de una canción, nada de pasar a la siguiente o a la anterior, para hacer esto tendremos que ir directamente al iPod y cambiarlo manualmente, lo cual, es un engorro.
También se echa de menos algún tipo de control remoto, ya sea con un mando propio o con el Apple Remote, no es nada productivo tener que estar acercándote al aparato, a subir o bajar el volumen cada vez que recibes una llamada, o cuando te apetece cambiar de canción.
Conclusiones
Es un buen producto, pero me ha decepcionado en algunos aspectos. Le faltan cosas, las teclas de adelante y atrás, y que la rueda del volumen ande un poco más fina. El acabado del producto es bueno y la sensación es de estar ante un buen producto, aunque cuando te das cuenta de sus carencias ya no parece tan bueno.
A su favor, muy a su favor, debo decir que XtremeMac envía el dock con tres adaptadores de enchufes diferentes, uno para Europa continental, otro para Reino Unido y otro para Estados Unidos, un detalle genial si viajamos mucho y nos gusta llevarlo todo encima.
¿Merece la pena? Es una pregunta complicada, como despertador es extremadamente caro ($79.99) y como dock el precio no está mal, pero seguro que por un poco más encontramos alguno con control remoto, algo que he echado muchísimo en falta. No obstante no es un mal producto, si no vas a necesitar el control remoto y quieres un dock barato y de buena calidad, es una opción bastante buena.