Las redes sociales generan adicción, de eso no hay ninguna duda. Conozco personas, sobre todo aquellas que son adeptas a Facebook, que entran cada 10 minutos a su perfil para ver si alguien les dejó un comentario, si alguien los desafió a un juego o si subieron alguna fotografía. No me quejo. Después de todo, es su vida y con ella hacen lo que quieren. Pero quizás esto me resultó un poco...raro.

Dana Hanna estaba con su mujer en el altar y en el momento en el que dio el sí no sólo cambió su estado a casado en Facebook sino que además envió un mensaje a Twitter anunciándolo.

No sé qué harían ustedes, pero si yo fuera la mujer de este hombre, me separo cuando salgo de la iglesia.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: