Justo cuando muchos acusan al creador del proyecto GNU de ser un integrista radical, éste ha publicado una entrada en su blog donde pide perdón por acusar durante años a Mac OS X de tener una puerta trasera.
He dicho en charlas que Apple podía imponer de forma forzada cambios en Mac OS X, tal y como hace Microsoft con Windows. Escuché esto de la comunidad de Mac, pero no hay información pública que pueda confirmarlo y en estos momentos pienso que he sido mal informado. No existe evidencia de que Apple haya instalado cambios sin el permiso del usuario.
A pesar de la disculpa, Stallman quiere dejar claro que si bien Apple nunca ha instalado cambios sin permiso, sí ha obligado a los usuarios a aceptarlos en situaciones en las que se producían empeoramientos en las condiciones. Por ejemplo, en 2004 los usuarios que no actualizaron iTunes dejaron de tener acceso a la iTunes Store.
Estas características en contra de los intereses de los usuarios, también llamadas anticaracterísticas, son posibles únicamente en el mundo del software privativo, donde el desarrollador puede abusar de su control absoluto sobre el software:
Lo que hace estas anticaracterísticas posibles es que los usuarios no pueden quitarlas. Mac OS es software privativo, así que los usuarios no tienen control sobre él. En lugar de eso, el desarrollador tiene el control absoluto sobre el programa y lo utiliza para controlar a los usuarios.
Vía: VivaLinux!