Las distribuciones de Linux basan su funcionamiento en software libre y código abierto, lo que permite a cualquiera con los conocimientos necesarios adaptarlos a sus necesidades. Sin embargo, convertir un sistema en una distribución para llevar no es una tarea sencilla. El sistema debe configurarse de forma automática como las distribuciones live, pero al mismo tiempo debe aprovechar la ventaja que suponen los pendrives respecto a los discos ópticos: posibilidad de guardar los cambios que hagamos al sistema.
Hoy veremos algunas distribuciones que han trabajado en este aspecto, ofreciéndonos un entorno live que permite guardar los cambios en el pendrive, y que además son muy sencillas de instalar. El pendrive puede seguir siendo utilizado para otros propósitos, ya que el contenido de estas distribuciones convive con los archivos existentes
Fedora
Esta distribución de propósito general con el respaldo de Red Hat pone a nuestra disposición una herramienta llamada Fedora LiveUSB Creator, con versión tanto para Windows como para Linux.
El funcionamiento es muy sencillo, todo lo que tenemos que hacer es seleccionar un pendrive, la versión que la distribución que queramos descargar de Internet y el espacio de almacenamiento persistente que queramos reservar en el pendrive. También podemos seleccionar una ISO descargada previamente en lugar de descargarla en el momento.
Lo que hace la aplicación es preparar el pendrive para que sea arrancable y crear unos archivos que conviven con el resto del contenido del mismo. Entre esos archivos está una imagen de disco donde guarda todos los cambios que hagamos.
Variantes: Escritorio KDE o Gnome, de 32 bits o 64 bits. Espacio necesario: 700MB + Persistencia. * Más información: Fedora, Fedora LiveUSB Creator.
Ubuntu
La distribución más popular también tiene un método de creación de discos USB que es muy parecido al incluido en Fedora. En esta ocasión, deberemos descargarnos manualmente la imagen ISO a partir de la que queramos crear el pendrive. Si no estamos utilizando ya Ubuntu, además, deberemos grabarla en un CD y arrancar con ella.
Una vez dentro de Ubuntu vamos a Sistema » Administración » Creación de discos USB de inicio. Primero seleccionamos la unidad de disco o la imagen ISO donde está el CD de Ubuntu. Luego seleccionamos el pendrive. Por último, seleccionamos el tamaño del almacenamiento persistente donde se irán guardando los cambios que hagamos, si así lo deseamos.
Variantes: Todas las variantes oficiales de Ubuntu, de 32 o 64 bits. Espacio necesario: 700MB + Persistencia * Más información: Ubuntu, USB Creator.
Sidux
Esta distribución basada en la rama inestable de Debian tiene también su propio método de creación de pendrives arrancables. Primero hay que descargarse la distribución, grabarla en un CD, arrancar con ella y una vez dentro seleccionar la opción Sistema » install-sidux-to-usb.
Como podemos ver en su página de descargas tiene tres variantes: una con KDE 4.2 muy completa, otra también con KDE 4.2 pero con menos programas algo más ligera y otra con XFCE.
Desgraciadamente, esta distribución requiere un pendrive de mayor capacidad que las otras opciones, ya que reserva un archivo de persistencia bastante grande. En el manual recomiendan un pendrive de al menos 2GB de capacidad para las versiones más ligeras.
Variantes: Escritorio KDE completo, KDE recortado o XFCE. Espacio necesario: Al menos 2GB, dependiendo de la versión. * Más información: Sidux, Instrucciones de instalación USB.
Slax
Este derivado de Slackware tiene la peculiaridad de que, desde su página web, podemos construir la distribución a nuestro gusto con los programas que queramos. Solo tenemos que acceder a la sección de módulos e ir navegando por la lista de paquete disponibles seleccionando la opción añadir a la construcción.
Una vez hayamos terminado de seleccionar los paquetes que queramos podemos terminar de construir la distribución desde la sección de construcción. Ahí podemos descargar una imagen ISO para grabar en CD o un paquete comprimido en TAR que podemos instalar directamente en un pendrive.
Si no queremos rompernos demasiado la cabeza también podemos descargarnos la compilación por defecto que lleva KDE 3.5.10 y unos programas bastante ligeros que dejan la distribución en unos nimios 200MB.
Para instalar Slax en un pendrive, basta con descomprimir el contenido del paquete TAR allí y ejecutar boot/bootinst.sh si estamos en un sistema Linux o boot/bootinst.bat si estamos en Windows.
Variantes: KDE 3.5.10 personalizable. Espacio necesario: A partir de 200MB + Persistencia. * Más información: Slax
Otras opciones y herramientas
Existen otras herramientas no provistas por los autores de las distribuciones que también permiten la instalación en pendrives.
Una bastante conocida que solo está disponible para Windows es Linux Live USB Creator, evolución del usBuntu Live Creator que ya hemos visto por Bitelia anteriormente. Tiene un funcionamiento muy similar al instalador de Fedora o el de Ubuntu, pero permite además instalar otras distribuciones como Linux Mint o Mandriva. Dispone de una opción bastante interesante para configurar un VirtualBox y así arrancar las distribuciones directamente desde dentro de Windows.
La página PendriveLinux ofrece métodos de instalación alternativos bastante interesantes para Ubuntu y otras distribuciones. También hay artículos con instrucciones avanzadas para arrancar los pendrives utilizando CDs de arranque, necesarios en ordenadores donde el arranque por USB esté desactivado.