Seguramente recordarán que hace poco se producía un terremoto de 7,8 en la escala Richter en el mar de Tasmania. Esa magnitud es muy importante, ha sido el más fuerte de todos los registrados en 78 años en Nueva Zelanda (zona donde es habitual la existencia de seísmos).
Con semejantes datos lo más lógico era esperar una auténtica debacle, pero finalmente no fue así, daños menores en algunos edificios y un pequeño tsunami con olas de un metro. Pero si que pasó algo “grande” que demuestra el inmenso poder que tuvo el terremoto.
Según ha indicado Ken Gledhill, director de Geo Net, el terremoto ha causado que la costa del suroeste de la Isla del Sur se haya desplazado 30 centímetros (y la costa este un centímetro hacía el oeste) y por lo tanto Nueva Zelanda ahora está 30 centímetros más cerca de Australia.
Nuevamente la naturaleza muestra su poderío, mueve placas tectónicas de millones de toneladas y reconfigura la organización de los países. A ver si vamos dejando de meternos con ella, por lo de no hacerla enfadar :-)
Vía: El Mundo