En Argentina la piratería no es un tema que se trate demasiado en los medios como actualmente está sucediendo en otros países. Y no es porque no exista, sino simplemente porque la justicia hasta hace algunos años era prácticamente nula y recién hace un tiempo se están empezando a implementar leyes. Aunque si de aplicarlas se trata, por suerte en este caso particular, mejor podemos olvidarnos.
Leyendo Infobae me entero que la descarga con contenidos con derechos de autor en el país redujo nada menos que un 50% en los últimos años el alquiler de películas y mucho más ahora gracias a la reclusión forzada por culpa de la Gripe A.
La UTSA (Unión de Trabajadores de Sociedades de Autores) y la UAV (Unión Argentina de Videoeditores) informaron que actualmente la gente se queda en su casa para aislarse de la enfermedad y una de las soluciones, al parecer, es descargar películas y contenidos para no aburrirse.
El verdadero problema en Argentina es que la venta de películas piratas en las calles es moneda corriente y se pueden comprar en cualquier punto de la ciudad donde haya movimiento de gente (estaciones de tren, grandes avenidas, etc.). Esto fue lo que dijo el titular de la UTSA, Oscar Laino, con respecto a la piratería:
No sólo burla la ley de propiedad intelectual sino que además atenta contra la estabilidad laboral, al fomentar el trabajo en negro y la evasión fiscal, teniendo como consecuencia directa la pérdida de empleo y fuentes de trabajo.
Saben que soy una persona que está completamente a favor de la descarga de contenidos, de cualquier tipo, desde la red. Pero la venta de material con derechos de autor de manera ilegal de una forma, en mi opinión, es una verdadera locura (sobre todo porque comprar una película en la calle sale más barato que alquilarla). A lo único que lleva es a los despidos y a una mayor falta de empleos.