Mucho hemos platicado este asunto del registro de telefonía celular mexicano(RENAUT), entre opiniones que acusan de rebeldía el no querer participar en esta norma y muchos otros que estamos decidiendo pasar de ella tanto como nos sea posible.

Ahora, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández, habla al respecto y advierte que ésta es más un peligro que una medida preventiva o de seguridad como nos la han querido vender, de manera por demás tímida.

Son registros de datos privados que van a estar en manos de quién sabe quién. En el mejor de los casos que vendan esos registros y que les llegue (a los usuarios) publicidad, desde comercial hasta electoral. Eso es lo de menos, el riesgo es que esos datos los tenga el crimen organizado y que a través de ellos se pueda localizar a las personas y puedan ser objeto de delitos como secuestro y extorsión.

Y aquí está lo que muchos hemos pensado que pasará: que esta ley será derogada tan pronto "se den cuenta" de lo inútil y peligrosa que resulta.

A lo mejor después tenemos que estar echando marcha atrás por no haber reflexionado lo suficiente en una medida de esta naturaleza. Son cosas que se legislan al vapor y sin la suficiente reflexión.

En pasados comentarios a los post, lectores han evidenciado lo fácil que es registrar nuestro celular a nombre de otra persona, bastando conocer únicamente su fecha de nacimiento con lo que es posible obtener su CURP en cosa de un par de clics.

Aunque siempre dejaba esta cuestión abierta, creo que vale la pena recomendar esperar hasta último momento para proceder al registro, esto es el 10 de abril de 2010, momento para el que con suerte ya no existirá más este requisito, pero cuya base de datos ya existente con seguridad no se perderá.

A la fecha, varios acusan de irresponsable el no querer apoyar, a la manera de "ojalá les secuestren a alguien para que entiendan", creo que no se trata de obstaculizar, tampoco de un simple "ir en contra de", sino de evitar un potencial peligro mayor y de no apoyar lo que uno piensa que no está correcto. Con seguridad, este registro con una mayor planeación y explicando muy bien y detalladamente lo que pasa con nuestra información, quién la tiene y cómo la protegen, en lugar de sólo pasar a decir lo buena que es, pudo ser algo que funcionara, pero tal como está ojalá pronto quede en el olvido.

Imagen: El Economista