Desde hace largo tiempo las telecomunicaciones en México siguen un camino bastante predefinido donde la competencia no es más feroz a causa de la diferencia en la magnitud de las empresas. Eso puede estar a punto de acabar.
Plan Fundamental de Interconexión es una nueva regulación que entró en vigor el 11 de febrero y que obliga a los gigantes de telecomunicaciones a compartir sus redes a pequeños operadores. Ya aplicado significa que distintas empresas de telefonía fija podrán hacer uso de la infraestructura de Teléfonos de México (que domina el 90% del mercado) para sus operaciones sin que les cobren una elevada cuota por ello. El objetivo es tan simple como permitir una mayor competitividad que permita ofrecer mejores precios al consumidor, resultado que pese a todo no va a ser visible en poco tiempo.
La respuesta no es sorpresa para nadie, los beneficiados están encantados y los gigantes muestran enojo y temen que esta medida merme las inversiones para ampliación de redes.
Dar paso a la regulación fue parte de condiciones impuestas a Carlos Slim para que la entrada de Telmex Televisión a México fuera posible (pronosticado El encontrón con Televisa para cuando suceda), así que tampoco es que no tenga un beneficio al final de todo. Esto parece llevar a que pronto habrá una batalla peleando como nunca por los usuarios mediante paquetes triple play(telefonía, Internet, TV de paga).
Eduado Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia en México habló también de la necesidad de igualar las condiciones de servicio para Internet de banda ancha, que es también dominado por Slim. Que está para creerle luego de haberse dado ya los primeros pasos para una competencia más equitativa y el fin de añejos monopolios que sólo frenan una mayor expansión de medios.
Ya venía siendo hora de ir frenando el injusto dominio del conocido magnate, que dicho sea de paso, bastante pesimista nos salió.