La realidad es que tengas la onda que tengas y escribas como escribas (con más o menos opinión, según te guste) muchos estarán en contra de lo que dices y, algunos de ellos, serán trolls. Estos odiados bichos de internet que se esconden tras la pantalla riendo, babeándose y mirando de reojo para ver si alguien ve cuando escriben un comentario puteando al autor de la entrada aparecerán siempre si tu blog tiene unas cuantas lecturas. Pero lógicamente hay formas de hacer que se vayan o, al menos, que aflojen un poco y se den cuenta que la vida es linda y no todos tenemos que opinar de la misma forma porque, la diversidad, nos hace crecer a todos.

La versión francesa de TechCrunch hizo una lista de 10 cosas (traduje sólo 8, que son las que más interesantes me parecieron) que podríamos hacer para hacer que estos bichitos desaparezcan:

  1. Ignóralos: Esto hace referencia al famoso "Do not feed the trolls" (No alimentes a los trolls). Si piensas que tratar de hacerlos razonar podrá con ellos, mejor que te olvides. Cuanto más los alimentes, más razones les darás para responder y harán que otros usuarios no trolls caigan en su juego. La realidad es que no es fácil. Sus argumentos son tan idiotas que da ganas de contestar, pero no lo hagas.
  2. Intenta razonar con ellos: Diría que es imposible. Pero no es así, tienes un 0.2% de posibilidades de que comprendan. No es seguro, pero podrías hacer el intento.
  3. Hacerlos ver ridículo: La verdad es que no es un método que utilice personalmente. Prefiero ignorarlos. Pero según el autor de la entrada original esto muchas veces sirve y tus lectores te lo agradecerán.
  4. Lista negra: Si el troll es de los más insoportables (son una raza bastante común), simplemente lo pones en la lista negra y así nunca más dejará mensajes.
  5. Moderar los comentarios: Concepto bastante simple. De esta forma eliminarás 100% los trolls pero el problema es que tendrás que trabajar demasiado.
  6. Cerrar los comentarios: Muchos blogs famosos (incluyendo el más famoso en español, Microsiervos) utilizan este método. Particularmente no me gusta la idea porque, al menos una de las finalidades de los blogs, es la participación de la gente y el feedback que se arma con las discusiones.
  7. Borrar comentarios: Tu blog es tu casa y puedes hacer lo que quieras con los comentarios. Lo que deberías hacer es poner una lista de reglas (como hay en Hipertextual) y, cuando se violen, borrar sin culpa.
  8. Deja que tus lectores se encarguen: La realidad es que esto funciona. En ALT1040 muchas veces ustedes son los que se encargan de poner en vergüenza a estos bichos. ¡Gracias!

Ya sabes, si quieres olvidarte de los trolls (siempre alguno podrá escabullirse) pone en práctica alguno de estos consejos y quizás tengas suerte.

Vía: Menéame

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