Hace un tiempo les estuve contando que Barack Obama, el presidente electo de Estados Unidos, era un adicto al BlackBerry y que lamentablemente tendría que dejarlo porque por una cuestión de seguridad los presidentes del país no pueden tener cuentas de e-mail.
Pero el hombre no caerá sin dar batalla porque luchará para que le dejen su querido móvil al lado y está viendo algunas alternativas para poder seguir teniendo sus celulares, cuentas de e-mail y diferentes fuentes de información.
Esto fue lo que dijo en una entrevista:
Una de las cosas en las que voy a tener que trabajar y solucionar es el aislamiento y la burbuja que hay alrededor del presidente. Estoy en proceso de negociación con el Servicio Secreto, abogados y el staff de la Casa Blanca para resolver cómo puedo hacer para obtener información fuera de las 10 o 12 personas que me mantendrán al tanto y me rodean en mi oficina en la Casa Blanca. Porque lo peor que puede pasar es que un presidente pierda el contacto con la gente".
Más allá de su BlackBerry, Obama está remarcando algo importantísimo. Imaginen sólo recibiendo noticias de un grupo de personas que las seleccionan con un criterio que muchas veces puede diferir con el de, en este caso, Obama. Esperemos que pueda llegar a tener la libertad de tener todos los medios posibles a su disposición y poder informarse no sólo de las fuentes que, como explicó, lo rodearán en su oficina.