Hace unos días leía sobre el primer accidente, o incidente, del coche autónomo de Google y a muchos columnistas y comentaristas de medios les parecía que ya era el fin del vehículo autónomo. Esto me hizo plantearme si realmente estamos preparados para el coche autónomo pero rápidamente pensé que simplemente era pronto por lo que comenzó a preocuparme el problema de los accidentes. ¿Debería preocuparnos que un coche autónomo tenga un accidente? La respuesta rápida a la que llegué fue un no, pero me gustaría contar los motivos.

En primer lugar, el accidente se produce a 5 km/h, una velocidad tan lenta que hoy saliendo del garaje de mi casa hice la prueba de ir a 10 km/h y no fui capaz. Las señales en un aparcamiento ya son de velocidad máxima a 20 km/h por lo que ir a un cuarto creo que no puede tener ni siquiera consecuencias importantes ante un atropello.

El primer incidente culpa de un coche autónomo se produce por un malentendido y a 5 km/h.

Segundo: el accidente se produce contra un autobús que parece ser podía haber sido más gentil. Pensemos que el coche autónomo no piensa, interpreta. Y este matiz es sumamente importante porque el incidente (prefiero llamarlo incidente ya que no tiene ni consideración de accidente) se produjo en una carretera de 3 carriles fruto de la esquiva de otro vehículo y a la hora de retomar la posición inicial hacia el carril derecho con la advertencia de ceder el paso. Es decir, el coche autónomo de Google piensa que el autobús va a frenar y por eso acelera levemente, pero finalmente el autobús no frena. No está claro quien tenía que frenar, pero lo cierto es que el primer incidente de un coche autónomo se produce por un malentendido a 5 km/h.

¿Y por qué salió entonces el coche autónomo si había peligro? Porque entendió que podía hacerlo y que el autobús frenaría. Un exceso de confianza que los responsables corregirán para que no sea tan confiado. Tanto el conductor del autobús como el coche autónomo entendieron que el otro sería el que cedería el paso. La pregunta importante es ¿debe preocuparnos este hecho o los futuros?

Nunca se prueba una tecnología durante tantos años sin salir a producción.

coche autónomo de Google

El problema del coche autónomo es la convivencia con conductores humanos que no aplican las normas de circulación y que todos en algún momento hemos sufrido. Ante este tipo de acciones es muy complejo reaccionar incluso siendo humanos: un coche en un astasco que se intenta colar no es algo que haría un vehículo autónomo, un vehículo que circula pegado a nuestra parte trasera del coche no es algo que haría un vehículo autónomo, y así un sinfín de posibles acciones con las que tiene que trabajar un coche autónomo.

En mi opinión, solo por el hecho de conducir puedes tener un accidente y el coche autónomo de Google ya ha recorrido casi 3 millones de kilómetros. En este tiempo, 6 años, un accidente. Ya les gustaría a muchos conductores tener estos datos.

En mi opinión no debe preocuparnos, debemos pensar que queda mucho margen de mejora y que estas pruebas son importantes porque se hacen sobre entornos semicontrolados pero cuando lleguen en una década a circular con mayor libertad habrán pasado una batería de test que en ninguna industria se ha producido.