Ya con el Galaxy S7 Edge analizado y en mano, y todavía con el iPhone 6s Plus presentado en septiembre, es hora de comparar, de medir, a quienes son reconocidos de forma unánime como los dos mejores smartphones de la actualidad. Dos dispositivos acostumbrados a vivir sin líquido de frenos, con los excesos que el lujo les permite. Dos bestias a las que enfrentamos a través de uno de los componentes más observados y vistosos: sus cámaras.
Para empezar, vamos con una macro de una flor de almendro. La del iPhone 6s Plus es más vistosa por tener una mayor sautración y contraste, da la impresión de tener colores más vivos. En cambio la del S7 Edge luce algo más apagada, aunque también es más realista. La profundidad de campo es muy similar, aunque en los estambres de la zona inferior se puede apreciar un desenfoque más acentuado en el caso del S7 Edge.
Otra macro donde el fondo queda más alejado de la flor protagonista, y aquí sí se puede diferenciar una fuerte diferencia en la profundidad de campo. En ambas imágenes se disparó en modo automático (en el iPhone no existe otro, de todas formas), bloqueando el foco en la flor. La diferencia de aperturas de sus lentes, de f/2.2 para el 6s Plus y de f/1.7 para el S7 Edge, queda muy reflejada en la diferencia entre ambas fotografías.
Seguimos con una imagen del atardecer, durante la golden hour, y la luz de los últimos rayos solares reflejándose en un edificio. En ambas fotos, se enfocó exactamente en el mismo lugar, el balcón del primer piso. Y entre ambas fotos se aprecia una diferencia en la iluminación captada: la foto hecha con el S7 Edge tiene mayor luminosidad, si bien es cierto que el rango dinámico del iPhone es algo más amplio: ¿ven la diferencia en las nubes?
Volvemos al bosque con otra macro, esta vez un poco más compleja: flores bajo una fuerte luz solar con un alto nivel de detalle tanto en ellas mismas como en sus hojas. La cámara del S7 Edge resuelve ligeramente mejor el detalle y desenfoca más el fondo, si bien es ahora el Edge quien no resiste tan bien el exceso de luz solar y quema ligeramente el color.
Se nos hace de noche. Ambas cámaras, que pese a todo son de smartphones, lo pasan igual de mal con los puntos directos de luz como las farolas o neones de escaparates. Respecto a la iluminación, el S7 Edge muestra la imagen con algo más de luz que la del iPhone. No obstante, el color es más realista en el caso del iPhone.
Acabamos con otra complicada: el foco en el cartel y edificio iluminado de fondo. La cámara del 6s Plus resuelve ligeramente mejor el contorno del cartel, que sale algo más quemado en el S7 Edge. A cambio, el S7 Edge consigue un brillo y una intensidad mayor en el color del edificio.
