Mal que le pese a muchos, para todo existen grados, y hay delincuentes y delincuentes: no es lo mismo un ratero que se dedica a romper ventanas de coches para robar lo que encuentre en su interior, con nocturnidad pero sin alevosía, que el jefe de un cártel de la droga mexicano, distribuidor de ruina personal a gran escala y cabecilla de asesinos sanguinarios; no es lo mismo un facineroso de poca monta, ni siquiera un homicida imprevisto, que un auténtico criminal sin escrúpulos. A la segunda categoría pertenece Viktor Bout, conocido como el Mercader de la Muerte por méritos propios. He aquí su historia.
El mayor traficante de armas del mundo
Si bien dio a entender en una entrevista radiofónica que había nacido en Asjabad, capital de Turkmenistán, ubicada en un oasis del desierto de Karakum, y un informe sudafricano afirma que fue en Ucrania, lo cierto es que nació en enero de 1967 en Dusambé, la capital de la poco conocida República de Tayikistán, cuando era socialista y soviética y aún le faltaban unos veinticuatro años para dejar de serlo.El carácter de Bout le favoreció sin duda para lograr sus objetivos: modales adecuados, buen juicio, templanza, modestia y ambición
Dicen que el carácter de Bout, quien a lo largo de su trayectoria se ha escondido tras alias como Víktor S. Bulakin, Vadim S. Aminov o Víktor Anatólievich But, le favoreció sin duda para lograr sus objetivos, en concreto, por sus modales adecuados, su buen juicio, templanza, modestia y ambición. Además, se supone habla fluidamente inglés, francés, portugués, uzbeko, unas cuantas lenguas africanas y algo tan exótico como el esperanto.
Él mismo cuenta que formó parte de la Fuerza Aérea Soviética y estudió en el Instituto Militar de Lenguas Extranjeras de Moscú, donde se entrenaba a sus miembros para ser espías que proporcionasen armamento a los revolucionarios de África y los países comunistas del tercer mundo, pero Bout niega que haya integrado ninguna red de espionaje. En contra de sus palabras, los servicios de inteligencia de varios países aseguran que fue traductor de las fuerzas de paz en Angola a finales de la década de los ochenta y que la KGB le destinó en Roma durante cuatro años, hasta el Otoño de las Naciones y la caída del muro de Berlín en 1989.Le vendió armas a guerrillas como las FARC, a gobiernos precarios y a tiranos como Muamar el Gadafi, Mobutu Sese Seko, Charles Ghankay Taylor y los talibanes
Mientras la Unión Soviética se derrumbaba, Bout no perdió el tiempo y **se preparó para vender el armamento de más allá del Telón de Acero a los que ya habían sido sus compradores**, guerrillas, tiranos y gobiernos precarios de Colombia, Asia y África, como la Alianza del Norte Afgana, contraria a los talibanes, en 1992, y luego a estos últimos cuando tomaron Kabul, la capital, en 1996; Muamar el Gadafi, dictador de Libia durante cuarenta y dos años, difunto desde 2011; el dictador Mobutu Sese Seko del Zaire, hoy la República Democrática del Congo, también fallecido, en 1997; el ex dictador liberiano Charles Ghankay Taylor, primer jefe de estado procesado por crímenes de guerra y de lesa humanidad desde los Juicios de Núremberg contra los nazis entre noviembre de 1945 y octubre de 1946 por un tribunal internacional; Jonas Savimbi, líder rebelde de Angola, muerto violentamente en 2002; y hasta las FARC, la guerrilla colombiana.
El problema con Bout es que también participó en el transporte de fuerzas de paz de Naciones Unidas a Somalia en 1993, de soldados franceses a Ruanda en 1994 y de suministros para el Programa Mundial de Alimentos en África y en Sri Lanka durante 2004, y en algo tan rocambolesco como distintas misiones para la ONU en zonas de catástrofe bélica de Oriente Medio y África donde él mismo había vendido las armas; y como además les fue útil en ocasiones a los estadounidenses, brindándoles aviones para traslados al Pentágono, y a los británicos en Iraq y Afganistán, estos se resistían a permitir su arresto.El 11-S le complicó las cosas a Bout por sus negocios en Afganistán con los talibanes
Pero el error de Bout fue, quizá, no ver ningún inconveniente en meter a Al Qaeda en sus negocios, y eso pudo perderle. Aunque Alla Potrassova, su esposa, contó en *el documental The Notorious Mr. Bout*, de Tony Gerber y Maxim Pozdorovkin (2013) que los atentados del 11 de Septiembre le complicaron las cosas a Bout por sus negocios en Afganistán con los talibanes, y que el Gobierno de Estados Unidos presionó a sus socios árabes para que rompieran las relaciones comerciales que mantenían.
Habiendo sido millonario desde los veinticinco años de edad y poseyendo un imperio económico ilegal desde los treinta, con una flota de hasta veintiocho aviones de carga de registro y licencia ilegal que no pasaban ninguna inspección y sin ideología política conocida ni miramientos de algún tipo, lo que le permitía vender armas al mejor postor sin que le importase lo más mínimo su causa y las consecuencias de esta, se le encarceló en Tailandia entre 2008 y 2010, después de que agentes estadounidenses le atraparan habiéndose hecho pasar por compradores de armas de las FARC**.
Le extraditaron a Estados Unidos, donde fue sentenciado a veinticinco años de cárcel en abril de 2012; ¿los cargos que consideró probados el jurado popular?, conspirar para el asesinato de ciudadanos estadounidenses y despachar armamento a las FARC. El fiscal del juicio le describió como “el traficante de armas número uno en algunos de los conflictos más violentos del mundo”, y fue Peter Hain, el ex secretario de Estado para África de Reino Unido, quien le apodó como a Alfred Nobel en su día la prensa europea por su venta de armas y explosivos: el Mercader de la Muerte, tan apropiado como para aquel.Había sido millonario desde los 25 años y poseía un imperio económico ilegal desde los 30
Bout siempre ha aseverado que es víctima de una manipulación política e inocente, y el Gobierno de Rusia, no os lo perdáis, primero trató de impedir que le extraditaran y, tras el juicio, asegura que el veredicto no es consecuencia de “un examen objetivo de los hechos”, sino de las maniobras del Gobierno estadounidense. Pero *Bout ya había sido inmortalizado por Hollywood como el criminal que es con su trasunto libre de la película Lord of War, de Andrew Niccol, en 2005*, tres años antes de su arresto. ¿Y qué puede hacer él contra el cine triunfante?