Pepephone no conoce límites y ha vuelto a dar un giro a su oferta de servicios. Con su peculiar sistema de negocio alternativo, la compañía de los discretos lunares rojos está entrando en todos aquellos sectores que más inquina causan en los usuarios. Primero fue en la telefonía, para luego en 2015 llegar a la energía. Hoy llegan al sector financiero.
La estrategia no está definida, pero se apunta a crear un sistema sencillo de pagos
Según el anuncio, solo emitido a los accionistas, la idea es crear una banca digital. Aunque esto no supone una novedad en sí misma, puesto que ya se intentó por parte de Pepephone en 2013 y no ha sido hasta este momento cuando han podido hacer efectiva la idea. Los altos costes económicos que supone crear una banca digital y las altas barreras administrativas han retrasado casi tres años el proyecto de Pedro Serrahima, el fundador.
Ni el nombre de la nueva filial de Pepephone, entre los que se barajan Pepebank o Pepepay, ni el modelo final de negocio están decididos. No se sabe sí competirán con LaCaixa e Imaginbank, su banco para millenials, o si solo tratarán de mejorar los pagos virtuales, en la línea de PayPal. Lo que sí es cierto, y como ha confirmado el fundador de la compañía a Vozpopuli, el objetivo está en congregar a todos esos clientes que solo quieran hacer operaciones sencillas a través de un móvil o una tarjeta. Los grandes negocios están para los grandes bancos, pero es en el sector de los pequeños clientes donde puede encontrar su nicho. De momento, los indicios de la compañía de bajo coste apuntan a que quieren estudiar la situación del mercado para estar bien situados en el sector en un futuro no muy lejano. Saben que el negocio financiero está cambiando, con un viraje casi de 180 grados al sector fintech, por lo que entrar ahora sería lo más inteligente.
No rechazan la presencia de grandes bancos detrás de su servicio por las cuestione estructurales que supondría prescindir de ellos pero, de nuevo, están trabajando para que sus clientes sepan dónde va cada céntimo gastado en las comisiones. Al igual que ocurre en sus facturas de teléfono y de energía, los clientes de sus futuros pagos electrónicos estarán beneficiados por las bajas comisiones, porque después de todo, desde PepePhone siguen "haciendo las cosas como personas normales".
Mientras tanto, la empresa, que solo cuenta con veinte empleados y sesenta millones de facturación, sigue ganándose clientes en todos los sectores que toca. Por lo que su entrada en el sector bancario podría suponer un paso positivo en el proceso de búsqueda de nuevos accionistas para la compañía.