Internet ha cambiado absolutamente todo. Su llegada a las masas y su presencia en ordenadores y móviles ha hecho que cualquier campo se transforme. Las reglas del juego de hace treinta años hoy ya no valen, y no adaptarse a este cambio o bien deja en desventaja, o bien propicia situaciones que rozan el ridículo. Como la de esta semana preelectoral.

¡FRUTAS!

En España, por la Ley del Régimen Electoral de 1985, está prohibido publicar sondeos electorales durante los cinco días previos a las elecciones. Esto podía tener sentido cuando los medios de comunicación se limitaban a radios, televisiones y prensa escrita, en aras de prevenir una posible determinación del voto en los últimos momentos antes de emitir el voto.

Pero estamos en 2015, no en 1985. Han pasado treinta años y ahora el campo es casi infinito. Ponerle puertas hace treinta años podía ser sencillo, pero ahora es imposible. Lo de secuestrar publicaciones o intentar controlar la información en la era de Twitter, Facebook y WhatsApp es una quimera.

Por la legislación electoral española, la plataforma Electograph, que publica regularmente el promedio de varios sondeos para los diputados y porcentaje estimados que obtendrán los principales partidos en las próximas elecciones, parecía que iba a quedarse silenciada hasta que pasaran las elecciones.

Pero en lugar de eso, Electograph tiró de un brillante ingenio para demostrar que las puertas de otras décadas ya no tienen sentido con Internet.

El PP como la gota de agua, el PSOE como la fresa, Podemos como la berenjena y Ciudadanos como el melocotón, que después pasaría a ser una naranja. Así es como un equipo pequeño de personas que informan de sondeos las semanas preelectorales, como explicaron a Verne, lograron saltarse una ley anacrónica y dejar impotente a la justicia española, que no puede hacer nada con la publicación de precios diarios del kilo de la comida. Ni siquiera si el litro de agua está a más de 25 euros.

Y sus variantes. ¿Por qué Andorra?

La trama ha ido mutando en varios lugares, como Electomanía, que habla sondeos sobre gustos musicales (con grupos como La PPuerta de Alcalá, Ciudadanos de un lugar llamado mundo o Una Rosa es una rosa), o con los Pokémon favoritos en Andorra.

Una vez Electograph ya había comenzado con la fórmula frutícola, se subió al carro de anunciar que los precios de la fruta eran los del mercado de Andorra. Lo de Andorra es un guiño a la historia reciente. Antes de Internet, era habitual que ciertas personas de los núcleos de los partidos o del periodismo político viajaran fugazmente a Andorra para consultar los periódicos locales, quienes estaban tan exentos de la prohibición española como Ghana o Canadá. Y es El Periódico de Andorra quien va publicando los sondeos.

Ojalá que el partido o la coalición que termine ganando tenga presente que ya no estamos en 1985.