Nadie está a salvo de perder su empleo en algún momento de su vida. Y aunque no somos capaces de controlar esta pérdida, sí podemos controlar cómo actuar ante tal situación. A pesar de lo difícil que puede parecer, perder nuestro empleo no significa que todo está acabado, por el contrario, hay muchas maneras de crecer y mantener la esperanza. Ya sea que hayas perdido tu trabajo actual o simplemente estés tomándote un respiro, hoy te damos seis tareas que puedes realizar cuando estás desempleado.
1. Mantente activo
Sabemos que los primeros días son los más difíciles y, aunque al principio está bien tomarse un tiempo para relajarse y descansar del trabajo, no te acostumbres demasiado a esa pijama. Seguir un calendario de actividades -o al menos tener presente las cosas que hay que hacer- es una buena forma de mantenernos productivos.
Mientras estás desempleado continua tu rutina diaria iniciando tu día temprano y haciendo todas las tareas del día a día, mantenerse activo hace más difícil que la depresión se apodere de nosotros. Con actividades tan sencillas como hacer limpieza, podemos deshacernos de cosas viejas o que ya no necesitamos, esto ayuda a comenzar de forma más armoniosa un nuevo capítulo en nuestras vidas y ayuda a sentir que, al final del día, nuestro tiempo se está gastando de manera productiva.
2. Busca a tus familiares y amigos
Con tanto tiempo libre, una buena opción para mejorar nuestras relaciones interpersonales es buscar a aquellos familiares y amigos con los que hemos perdido contacto. Además de pasar bien el rato, esta red de personas puede ayudarte a encontrar tu siguiente empleo. Deja que tus contactos sepan que estás disponible y ten confianza en tus habilidades y conocimientos para emprender proyectos nuevos.
3. Ejercítate
Es muy común que, cuando trabajamos, restemos tiempo y dedicación a cosas que realmente nos gustan porque ya no tenemos suficiente tiempo para hacerlas.
Una buena manera de mantenerse entusiasta y saludable es hacer ejercicio. El ejercicio puede ayudarnos a mantener una actitud positiva y además ponernos en forma. Desde una caminata ligera por el parque hasta una transformación total de tu cuerpo para bajar esos kilos de más, el ejercicio es una excelente fuente de motivación y dedicación. Y, obviamente, tu tiempo estará más que bien aprovechado.
Si el ejercicio no es lo tuyo, retomar tu pasatiempo favorito o comenzar uno nuevo puede funcionar muy bien.
4. Estudia y mejora tus habilidades
Con los MOOCs, hoy en día existen muchísimas oportunidades de aprender algo nuevo de forma gratuita y desde la comodidad de tu casa. Busca certificaciones, especializaciones o aprende un nuevo idioma, esto ayudará a que te encuentres mucho mejor calificado para tu próxima entrevista de trabajo.
Los gobiernos de algunas ciudades a menudo ofrecen capacitación laboral gratuita para las personas que se encuentran desempleadas. Si no encuentras una capacitación acorde con tus estudios recuerda que siempre puedes intentar aprender algo nuevo: aprende un oficio, aprende un nuevo lenguaje de programación, mejora tus habilidades de escritura, toma cursos de fotografía, asiste a conferencias y aprende todo lo que puedas.
5. Trabaja como freelancer
Trabajar para una gran empresa no siempre lo es todo; trabajando por nuestra cuenta también se pueden lograr grandes cosas. Trabajar como freelancer es realizar trabajos propios de tu profesión, de forma autónoma para un tercero. Esta modalidad de trabajo se realiza en función de los resultados obtenidos y, en ocasiones, sólo se enfoca en proyectos o tareas específicas que realizar. En este caso tú eres responsable de administrar efectivamente tu tiempo, por lo que puedes realizar el trabajo desde casa y dedicar tiempo para otras cosas.
6. Ahorra
El desempleo afecta más fuertemente en el aspecto económico; por ello, al momento de quedarse sin empleo se recomienda hacer un análisis de las finanzas personales. Revisa tus ahorros y tus gastos para planear una forma de extender tu presupuesto lo más que puedas hasta que logres conseguir un nuevo empleo.
Una buena forma de reducir nuestros gastos es hacer una lista de prioridades. ¿Es prioridad pagar el servicio de televisión por cable? o ¿es prioridad comprar comida? Poniendo en una balanza todos nuestros gastos podemos observar en que cosas "innecesarias" estamos gastando de más.
Otra buena idea es vender parte de las cosas que no utilizamos cotidianamente. Por ejemplo videojuegos, libros, electrodomésticos, muebles, cuadros y pinturas, ropa, zapatos y accesorios. Las ventas de garage tradicionales son una buena alternativa, pero los servicios como eBay y Amazon funcionan muy bien para este propósito.