El caso de Graciela Elizalde en México se ha convertido en referente en el intrincado debate sobre la regulación del uso de marihuana medicinal y terapéutico en el país. La campaña que iniciaron sus padres (#PorGrace llamó la atención de la sociedad, abrió la puerta a las opiniones, los debates, pero también atrajo la atención de las autoridades y, bajo el proceso legal iniciado por ellos, se han convertido en un caso histórico cuando un juez de Distrito autorizó por primera vez en México la importación de cannabis medicinal para el tratamiento de la pequeña de 8 años de edad, paciente con el síndrome de Lennox-Gastaut, una variante de epilepsia infantil grave de difícil manejo.
Sin embargo, la resolución del juez llega después de un largo proceso para los padres de Grace, pues esta se da luego de la **negativa del Consejo General de Salud de permitirles importar el medicamento derivado de la Cannabis sativa** y el amparo que estos presentaron. El juez por su parte resolvió otorgarles una medida cautelar para que en tanto se resuelve esta controversia puedan importar, portar y suministrar el cannabidiol a su hija bajo una serie de condiciones y respaldo de los médicos. Aun con esto, el Ministerio Público Federal impugnó la resolución. A esto se le suma que son varias instituciones a las que los padres y abogados del caso Grace deben aún entregar documentos necesarios para la importación del medicamento.
THC y CBD
El tetrahidrocannabinol (THC), también conocido como delta-9-tetrahidrocannabinol es el componente activo del cannabis. Fue aislado por primera vez en 1964 por Yechiel Gaoni y Raphael Mechoulam del Instituto Weizmann de Ciencias, en Rejovot, Israel. De hecho, Mechoulam es un reconocido científico por ser pionero en el estudio científico de la marihuana. No solo eso, sus investigaciones han hecho importantes contribuciones al estudio de los efectos de los componentes del cannabis en el cuerpo humano, así como sus usos medicinales. También se realizó en sus laboratorios el descubrimiento de las Anandamidas y su papel en el sistema endocanabinoide. En el interesante y elocuente documental 'The Scientist' se muestra el trabajo de Mechoulam y más que nunca él se vuelve una referencia de los estudios científicos del cannabis, así como el tratamiento de enfermedades con sus componentes.
Charlotte's Web contiene un alto porcentaje de CBD y poco THC
Por su parte, el Cannabidiol (CBD) es otro cannabinoide considerado no psicoactivo. En algunas cepas de cannabis se encuentra en mayor porcentaje y es esta sustancia en la que se basa los medicamentos que los padres de Grace buscan importar, se han señalado al menos tres de ellos: Epidiolex, R-4 y Charlotte's Web, esta última bautizada así por el conocido caso de Charlotte Figi, una niña de Colorado, Estados Unidos, que también marcó un precedente en ese país por ser una paciente muy pequeña, de apenas 5 años, a la que se le administró CBD en forma de un aceite que ingiere para el tratamiento del síndrome Dravet que padece. Los productores son los hermanos Stanley, la planta y medicamento contienen una alta cantidad de CBD y poca de TCH, y al parecer es efectiva para el tratamiento de padecimientos graves como el de Charlotte quien tenía hasta 300 ataques epilépticos a la semana y con el uso del medicamento redujo la cantidad hasta en un 99%, aumentando su calidad de vida de manera importante.
Prejucios y burocracia
Así como no es adecuado demonizar un tratamiento solo porque la planta esté catalogada como ilegal, tampoco lo son sus sustancias. Es decir, no por ello los TCH debieran ser considerados "la parte mala" del cannabis, puesto que con este compuesto el mismo Mechoulam llevó a cabo un estudio en niños que llevaban tratamiento de quimioterapias y encontró una mejoría importante en el manejo de los efectos del invasivo tratamiento. Si bien en el uso recreativo de la marihuana se busca la mayor concentración de TCH porque con ello se mide su "potencia" por ser el componente psicoactivo, es buen momento no quedarse solo con esta propiedad, puesto que, en todo caso, existen medicamentos legales (aunque controlados) que tienen esa clase de efectos y son prescritos para el tratamiento en enfermedades graves.
Medicamentos aceptados para tratar epilepsias severas tienen efectos secundarios agresivos
Ahora bien, las alarmas de los más reacios siquiera a revisar los casos se centran en la edad de los pacientes, en este caso de Grace de 8 años. Sin embargo, los medicamentos que normalmente se usan para tratar epilepsias severas no son inocuos y sí tienen diversos efectos secundarios, algunos muy agresivos para los pacientes más pequeños. Otra cosa es que los medicamentos que buscan importar los padres de Grace tienen un proceso estandarizado y hecho para la administración a menores en forma líquida o en base de aceite, no es ni por asomo la idea de poner a una niña a fumar marihuana como en algunos debates poco fundamentados se escucha.
El caso de Charlotte, así como el de Grace son punta de lanza para la revisión de las leyes y cabe destacar que es una importante labor la que abanderan sus padres que puede beneficiar a muchos niños en complicadas situaciones de salud como la de ellas. Algunos sectores de la sociedad saltan de tan solo escuchar la palabra marihuana y se cierran a todo debate o prueba científica; pruebas que, por cierto, muchas veces se usan de forma parcial y se adaptan a modo para apoyar narrativas predeterminadas; esto es tan peligroso como no apoyarse en ningún estudio para administrar un medicamento y, así mismo, no administrarlo por un prejuicio moral ciego a **las evidencias y estudios científicos**. También lo es basarse en las leyes escritas en otras realidades, para otros propósitos y en otros tiempos.
Derecho fundamental
En entrevista con el representante del bufete de abogados que lleva el caso de Grace, Fabián Aguinaco Bravo, explica que el argumento legal se basa en **el derecho fundamental a la salud que debe ser observado sobre cualquier otra cosa para Grace**. En este mismo sentido el senador Mario Delgado Carrillo quien presentará una iniciativa para la legalización del uso medicinal y terapéutico de la marihuana, que incluye la investigación científica e incluso la prescripción médica; aseguró que:
Compartimos el criterio de los padres de la menor Graciela Elizalde Benavides, al señalar como inconstitucional y violatorio de derechos humanos el contenido del artículo 103 de la Ley General de Salud porque resulta restrictivo para el acceso a tratamientos que puedan mejorar la salud en pacientes que han agotado todas las posibilidades médicas autorizadas por la Secretaría de Salud.
Así pues, el debate ya se encuentra tocando las puertas del Senado, ha acaparado la atención de la sociedad, de otros padres y pacientes que ven en esos medicamentos una respuesta a enfermedades complicadas y de difícil tratamiento. Como nunca se vuelve imperante apegarse a las evidencias científicas, y médicas, así como despejarse de prejuicios trabados en la larga lucha antidrogas que se ha vivido, y se vive, en México. Sin embargo, como apuntan los padres de Grace, se trata de el derecho a la salud que todo niño debe tener y por el que las instituciones deben velar.
Es muy probable que sea el momento de desapegarse de la idea arcaica sobre la marihuana y atender, como se menciona, a las evidencias científicas y el testimonio documentado de los tratamientos en los pacientes; así como el ejemplo en otros países más avanzados en este sentido o que ya cuentan con legislación al respecto, incluso para el uso recreativo de la planta como los estados de Colorado y Washington en Estados Unidos desde 2012 y Alaska, Oregon y Distrito de Columbia en 2014; así como Uruguay que en 2013 legalizó y regula desde entonces el mercado del cannabis. Además de seguir atentos al debate que tienen lugar en Canadá, Jamaica, Italia, España y otros países de América Latina.