A casi todo el mundo le gusta el cine; como mínimo, por pasar un buen rato de entretenimiento con las peripecias o los dramas de los personajes que desfilan por la pantalla, y como máximo, por un interés profundo y hasta profesional por la narrativa (o no) cinematográfica. Ese gusto y ese interés ha crecido de manera inimaginable en los últimos tiempos con las series de televisión; y como los lectores habituales también nos podemos declarar cinéfilos, **uno se descubre pensando en qué novelas de las que le han maravillado o simplemente absorbido serían unas estupendas series de televisión si las adaptaran a ese formato. Estas son las mías.
‘It’, de Stephen King
Ya sé que Tommy Lee Wallace la adaptó en una miniserie en 1990, del todo insatisfactoria a pesar de Tim Curry como el malvado Pennywise, por su autocontención y porque no se comprendió en absoluto las necesidades abstractas de un clímax que resultó cutre y ridículo. También estoy al tanto de que New Line Cinema prepara una nueva adaptación en dos películas**, pero después del abandono de Cary Fukunaga, uno de los artífices de la solvente primera temporada de True Detective (2014), porque quería hacer “un filme de horror elevado con personajes reales”, y los productores, “arquetipos y sustos”, y de que su suplente sea Andrés Muschietti, responsable de la mediocre Mamá (2013), tengo pocas esperanzas en ella. Incluso conozco que United Studios ya adaptó la novela precisamente como serie de televisión, con el título de Woh (1998), pero si toda ella es tan penosa como la única escena, capital para más inri, que he podido ver, debe de estomagar bastante.
En cualquier caso, esta novela posee material suficiente y de una profundidad y potencial tan perturbadores y emocionantes que, como una serie de televisión llevada a cabo por cineastas hábiles y lúcidos, podría ser algo extraordinario.
‘La Regenta’, de Leopoldo Alas, Clarín
Como en el caso anterior, pese a que Gonzalo Suárez la adaptó en 1974 como película, y Fernando Méndez-Leite hizo lo propio en una miniserie de 1995, ninguno de estos dos acercamientos a la deliciosa novela de Clarín, lo mejor que he leído en literatura española, me parecen solventes. Con unos medios dignos, un talento y una planificación detallista al estilo de la edad de oro anglosajona, de lo que parece que en España carecemos en el ámbito televisivo, el drama coral de Vetusta podría dejarnos extasiados.
‘Cien años de soledad’, de Gabriel García Márquez
Al contrario que en los dos casos anteriores, esta novela se tiene por intocable en lo que adaptaciones al cine se refiere, y no sólo porque su autor manifestase en su momento que jamás permitiría que la trasladaran al celuloide porque “es una parte integrante de la vida cotidiana de América Latina”, sino también porque se le tiene un lógico, merecido y notable respeto que, en mi opinión, no justifica el miedo a meterle mano cinematográficamente hablando. De hecho, parece que en Japón no sufren ese miedo, porque ya aportaron una adaptación deslocalizada con Saraba hakobune (Shuji Terayama, 1984).
Imaginaos las imágenes en movimiento de la historia de Macondo y de los Buendía, desde el pelotón de fusilamiento y el hielo en flashback hasta el viento arrasador. Seguro que coincidís conmigo en que se trata de una base muy jugosa que podría dar lugar a una serie de televisión muy bien segmentada y la mar de apasionante.
‘Q’, de Luther Blissett
En 1999, cuatro miembros del proyecto Luther Blissett, la identidad colectiva contestataria que realizaba acciones de diversa índole por toda Europa y Norteamérica, publicó esta novela histórica sobre un peregrino de mil nombres en las tierras alemanas e italianas del siglo XVI, que se ve envuelto en varios hechos destacados y brutales de la época, y su astuto enemigo. Una historia episódica tan interesantísima no puede quedarse sin adaptación a la pequeña pantalla, y sus horrores son tales que el impacto en la audiencia está garantizado.
‘The Jungle’, de Upton Sinclair
Una vez uno se ha dado cuenta de que esta impresionante novela sobre la inconcebible situación de los trabajadores en la Chicago de principios del siglo XX, extrapolable a la de otras ciudades parecidas, es material de primera para una serie de televisión con el espíritu sucio y descarnado de The Knick (Steven Soderbergh, 2014 en adelante), y eliminando toda la burda propaganda política final de Sinclair y obviando que ya fue adaptada por George Irving, Jack Pratt y Augustus E. Thomas en una película de 1914 —el estilo de drama miserable era muy típico entonces—, no cabe duda de que podría resultar un producto cinematográfico del todo asombroso por turbador, dilatado en distintos episodios.
‘Ilium’ y ‘Olympos’, de Dan Simmons
Debo confesar de entrada que estas dos novelas no me parecen geniales en absoluto, pero sí muy sugestivas: abordan un futuro de la humanidad que se entremezcla con la guerra de Troya y otros muchos elementos que pueden hacer las delicias de los espectadores televisivos, sobre todo si les atrae la ciencia-ficción.
Las novelas de Isaac Asimov
No es posible decir que la narrativa de Asimov no haya sido atendida por la industria del cine ni de la televisión: además de algunos de sus relatos de robots, novelas como The Caves of Steel (1954), The Naked Sun (1957) y The End of Eternity (1955) han sido adaptadas en las series Story Parade (Peter Sasdy, 1964) y Out of the Unknown (Rudolph Cartier, 1969) y la película Konets vechnosti (Andrei Yermash, 1987), respectivamente. Además, el caso es que la HBO y, en teoría, Jonathan Nolan (Person of Interest, 2011 en adelante; Westworld, 2016) ya **están preparando una serie basada en los libros de la Fundación, lo que supone una gran alegría para los que nos encantan las siete novelas que Asimov llegó a escribir sobre ella.
Lo que hace falta es que este proyecto llegue a materializarse y, dado que estas novelas están relacionadas con las de los robots, sería fantástico que elaborasen un gran ciclo televisivo con todas ellas; y por supuesto, que sean capaces de captar y transmitir la enorme inteligencia de Asimov** para provocar con la serie la misma fascinación que él nos produce en su obra.
Las novelas sobre Aloysious Pendergast, de Douglas Preston y Lincoln Child
De nuevo, una serie de novelas que no considero geniales pero cuyo interés es el necesario para que puedan desarrollarse como una gran serie de televisión. Hasta el momento, Preston y Child han publicado 15 de ellas sobre el excéntrico agente especial Pendergast: Relic (1995) y Reliquary (1997), que podrían adaptarse en una misma temporada; The Cabinet of Curiosities (2002) y Still Life with Crows (2003), de la misma forma, preparando el terreno para las siguientes en una tercera temporada, Brimstone (2004), Dance of Death (2005) y The Book of the Dead (2006); The Wheel of Darkness (2007) y Cemetery Dance (2009) para una cuarta, Fever Dream (2010), Cold Vengeance (2011) y Two Graves (2012) para la quinta indudablemente, y las últimas hasta el momento, White Fire (2013), Blue Labyrinth (2014) y Crimson Shore (2015) para las siguientes.
Pero hay otras dos relacionadas con su ciclo narrativo: Thunderhead (1999) y The Ice Limit (2000), que quizá podrían intercalarse de alguna forma como flashbacks. Todo es dar rienda suelta a la creatividad indispensable para que esta posible serie y las propuestas más arriba lleguen a buen puerto y nos cautiven con su intriga.