¿Qué os parecería dedicar un carril de las autovías para que cuando circulen coches eléctricos por él puedan cargar parcialmente sus baterías? La idea es relativamente simple en su pensamiento pero algo complicada a la hora de ejecutarla, no obstante, es cuanto menos interesante.

El futuro del coche eléctrico pasa obligatoriamente por los sistemas de recarga inalámbricos, y hay que aprovecharlos al máximo para conseguir reducir las emisiones contaminantes. Es por ello que la empresa TRL ha ganado el contrato ofrecido por la agencia de Transporte de Inglaterra para el estudio de la tecnología inalámbrica y su posibilidad de convertir las carreteras en pequeños cargadores.

Reino Unido tiene como objetivo reducir a 0 sus emisiones en carreteras para 2050.

Vayámonos al campo de la imaginación con un futuro prometedor. Si este estudio llega a buen término sería el inicio de los carriles específicos para vehículos eléctricos en las autovías, su punto débil. Todos los que hemos conducido coches eléctricos tememos el momento autopista porque la autonomía se reduce considerablemente, pero, ¿y si en los tramos más complicados para nuestro coche eléctrico pudiéramos cargarlas parcialmente?

Imagina que en las subidas, el carril derecho sirviera para que los coches eléctricos recarguen sus baterías parcialmente o para que el gasto sea mucho menor. De hecho, la energía que ofrezca esta carretera del futuro podría ir directamente al motor y el resto usarla de las baterías del propio vehículo. Así, el gasto sería menor y se podría aumentar la distancia que podría recorrer un coche eléctrico.

coches eléctricos

¿Y qué pasa con el coste de la recarga? Evidentemente alguien tiene que asumir el coste de cargar parcialmente el coche eléctrico. El proyecto contempla que los conductores recibirán en su correo electrónico o por la aplicación la factura con el gasto que hayan realizado con sus vehículos. Es complicado entender cómo lo harán, si con lectores de matrícula, sensores de presencia con ID propios...

Este tipo de tecnología ya se emplea en Corea del Sur para la recarga de los autobuses eléctricos en algunos tramos parciales que requieren un gran esfuerzo por la pendiente.

Esta idea, que personalmente me encanta, debe ir al compás del resto de sistemas de recarga inalámbrica para poder ofrecer la comodidad que el coche eléctrico promete y que ahora no tiene, ni de lejos. En mi opinión, sin la recarga eléctrica el coche eléctrico no tiene tanto futuro como parecía hace muy pocos años.