La figura de Joseph Pulitzer es para muchos editores un ejemplo a seguir incluso en el periodismo actual. Tras hacerse con el *New York World*, un tabloide que se encontraba al borde de la quiebra, Joseph consiguió aumentar sus ventas hasta convertirlo en el periódico más comprado de Estados Unidos. No obstante, el húngaro sigue estado presente e influyendo en el presente y un ejemplo de ello son los premios Pulitzer otorgados a la excelencia periodística.
No será hasta 1917, 6 años después de la muerte del editor del New York World, cuando se empezaron a conceder los primeros premios dedicados a honrar al periodismo. La Universidad de Columbia y el Patronato del Premio Pulitzer son las instituciones encargadas de otorgar unos reconocimientos que se han ido modificando desde la aparición del primer certamen.
La categoría de mejor fotografía en prensa comenzó a partir de 1942
La categoría que más nos concierne en este post, la de mejor fotografía en prensa, comenzó a tenerse en cuenta a partir de 1942, ya que en sus inicios solos existían 13 premios. A pesar de ello, Joseph Pulitzer también pensó en la conformación de un comité de vigilancia que pudiese modificar las categorías en un futuro.
Desde entonces, han sido muchos los grandes fotógrafos cuyas imágenes (o serie de ellas) fueron galardonadas y, como consecuencia de ello, también consideradas como instantáneas inolvidables que reflejan una parte de nuestra historia. Realizar una selección de entre todas ellas es algo bastante complicado, ya que la importancia que se le otorga a un determinado suceso es en muchos casos subjetiva.
1942: Milton Brooks
Milton Brooks tuvo el honor de ser el primer profesional en ser galardonado con el premio Pultizer fotográfico. El motivo de su captura fue una huelga en Detroit donde trabajadores de la automovilística Ford reclamaban un aumento salarial.
Ante la negación de la compañía las revueltas adquirieron un carácter más violento, algo que se puede apreciar en la instantánea publicada en el Detroit News, donde numerosos trabajadores reaccionaron a golpes contra un rompehuelgas que fue descubierto.
1945: Joe Rosenthal
La imagen del alzamiento de la bandera estadounidense en Iwo Jima se convirtió en todo un icono para los americanos. Sin embargo, algunos llegaron a afirmar que la toma se encontraba preparada, algo que su autor, Joe Rosenthal, ha negado en todo momento.
Los cinco marines estadounidenses levantaron por segunda vez el mástil de su bandera en el monte Suribachi el día 23 de febrero, fecha en la que aún no estaba totalmente asegurada la isla.
1967: Rocco Morabito
La imagen muestra a dos eléctricos, Randall Champion y J. D. Thompson, los cuales se encontraban realizando el mantenimiento rutinario de los postes de electricidad. Sin embargo, el operario Randall se desplomó al recibir una descarga de 4.000 voltios tras rozar uno de los cables de alta tensión.
En ese instante, Thompson descendió hasta el puesto de su compañero para realizarle una reanimación cardiopulmonar (RCP) debido a la cual se pudo mantener el cuerpo con vida. Así, la imagen fue titulada como “el beso de la vida”, un nombre muy apropiado para aquello que representa.
1968: Eddie Adams
La imagen de Eddie Adams es considerada como una de las más representativas de la Guerra de Vietnam. En ella vemos a Nguyen Ngoc Loan, un general survietnamita que se encontraba a punto de asesinar a un miembro del Frente Nacional de Liberación de Vietnam.
Así, la instantánea llegó a ser portada del New York Times, revelando cómo los aliados de los estadounidense ejercían la misma violencia que aquellos contra los que luchaban. No obstante, el fotógrafo Eddie Adams posteriormente se arrepintió de su toma, ya que según éste, del mismo modo que el general mató a un miembro de la Viet Cong, él asesinó al general con su cámara.
1973: Huynh Cong
Al igual que la anterior instantánea, la tomada por Huynh Cong también pertenece a la Guerra de Vietnam. La imagen llamada “Napalm Girl” es, del mismo modo, un gran icono de ese conflicto bélico, la cual recorrió gran parte del mundo debido a la crueldad que mostraba.
Un gran número de misiles con napalm descendieron en el pueblo Trang Bang, donde vivía la niña de 9 años Kim Phuc que fue congelada en la imagen. El fuego de las bombas, que puede llegar a alcanzar los 1.200 grados, quemó toda su ropa y causó quemaduras severas en todo su cuerpo.
1994: Kevin Carter
La foto de Kevin Carter causó un gran debate moral sobre hasta qué punto un fotógrafo debe retratar un suceso sin intervenir en éste. Según el autor, tras contemplar la escena esperó unos 20 minutos hasta que un buitre se posara cerca del niño sudanés, aunque la versión de la historia varía según la fuente consultada.
Pero la mayor polémica se desataría tras el suicido de su autor tras recoger el premio Pulitzer de la Columbia University. Aunque algunos afirman que fue a causa de los remordimientos causado por la instantánea, lo cierto es que Kevin Carter sufría de depresión debido a problemas económicos.
2006: Oded Balilty
La instantánea fue tomada en Cisjordania, justo cuando 10.000 policías israelitas recibieron la orden de desalojar el campamento de Amona, el cual era considerado ilegal. En ese momento, una mujer judía decidió hacer frente a las fuerzas antidisturbios para evitar la demolición de su hogar, una resistencia que, como resulta evidente, terminó sin demasiado éxito.
Sin embargo, la imagen se transformó en todo un icono de lucha antisistema y convirtió a su autor en el primer israelí en recibir un premio Pulitzer.
2015: Daniel Berehulak
Es el más reciente, pero no por ello el menos impresionante. Daniel Berehulak fue el encargado de acudir a un centro de Liberia para documentar cómo se luchaba contra el ébola.
El fotoperiodista se encargó de retratar para el New York Times a aquellas personas encargadas tratar a los enfermos en dicho centro, además de los supervivientes que lograron superar el síntoma. Sin duda, un reportaje esperanzador justo cuando más se necesitaba.