Analistas de Lux Research han realizado un informe en el que han analizado el vertiginoso crecimiento que está experimentando la industria que realiza fibra de carbono reforzada y los constantes avances que se están produciendo en materia de seguridad y reducción de costes.

El principal motivo para usar fibra de carbono reforzada es la considerable reducción de peso con respecto al aluminio.

Este informe asegura que en 2020 habrá un gran porcentaje de nuevos vehículos realizados, totalmente o en parte, en fibra de carbono reforzada con polímeros tales como el polyester o el nylon, un material que ya forma parte de la cultura automovilística gracias a los i3 e i8 de BMW. Hace unos meses Lux Research ya hablaba de este crecimiento pero han duplicado sus previsiones para 2020 y tan solo 5 años después afirman que será uno de los materiales más empleados para la fabricación de vehículos.

fibra de carbono reforzada

Para que esto suceda deberán producirse 3 hitos según el informe de Lux:

* Número de fabricantes que desarrollen la fibra de carbono reforzada. En 2012 se duplicaron el número de proveedores de automoción que trabajan con este material pero será vital que este crecimiento sea exponencial para poder surtir a una gigantesca industria.
* Patentes. Los analistas de Lux afirman que pasan 18 años desde que una técnica, material o tecnología se patenta hasta que es aprovechable para la gran mayoría de fabricantes. Este periodo podría reducirse unos pocos años y teniendo en cuenta que en 2007 fue el boom en cuanto a patentes relacionadas con la fibra de carbono reforzada, no sería descabellado pensar en 2025 como un año muy interesante.
* Reducción de los costes de fabricación. Ahora mismo el coste de un kilogramo de fibra de carbono reforzada es de unos 25 euros según Lux, aunque solo el 22% es realmente el importe asociado al propio carbono. El 78% restante es una mezcla entre el trabajo, la energía, la resina, el capital y los costes de transformación.

fibra de carbono reforzada

De estas tres necesidades se puede traducir que a mediados de la década de 2020 los vehículos realizados con fibra de carbono reforzada serán muy numerosos. Ford ya está trabajando en este campo, y no es el único fabricante.