Los propósitos de año nuevo son la excusa perfecta para dejar atrás todo lo malo que hicimos en el año anterior y tratar de mejorar en algunos aspectos. De lo que se trata no es solamente de escribirlos en un papel y olvidarnos de ellos el resto del año, sino de encontrar estrategias para incorporarlos a nuestra vida diaria.
Y, algunas veces, aunque los tengamos muy presentes, nos cuesta un poco de trabajo ponerlos en práctica. Si uno de tus propósitos en este 2015 fue tratar de ser más creativo, productivo o dedicado en el trabajo, deberías tomar en cuenta, estos cinco rituales que te ayudarán a lograrlo.
1. Toma vacaciones más seguido
Trabajar todos los días y todo el año no puede traer beneficios para tu creatividad y mucho menos para tu salud. Algunos expertos opinan que tomar una semana de descanso, al menos cada tres meses puede contribuir a despejar la mente y concentrarse mejor.
Los descansos ocasionales te harán sentir renovado y con muchas ideas para poner en marcha.
Eso sí, procura que si tomas tomas unas vacaciones, te encuentres lo más alejado de Internet, de tu celular o del ordenador, porque no se vale alejarte de la oficina pero seguir al tanto de los pendientes y contestando correos. Por ello, siempre es bueno considerar sitios en los que podamos relajarnos verdaderamente y estar en contacto con la naturaleza, como la playa o el bosque.
Las cargas de trabajo, en muchas ocasiones, impiden que los empleados puedan tomar tal cantidad de descansos, pero cada vez que puedas, un fin de semana por ejemplo, escápate con tu familia o amigos y aléjate lo más posible de la tecnología, verás que al regresar te sentirás renovado y con nuevas ideas para realizar.
2. Toma una siesta
Muchas de las enfermedades del siglo XXI están asociadas al estrés y a la falta de sueño. Mediante el sueño, nuestro cuerpo recupera energías para el siguiente día, pero si no descansamos lo suficiente, al despertar nos sentimos agotados y sin ganas de ir al trabajo.
A pesar de los notables beneficios, las siestas no son para todos. Para quienes tienen problemas de insomnio, tomar una siesta podría agravar el problema, ya que éstas reducen la cantidad de sueño durante la noche. La siestas largas tampoco se recomiendan porque pueden conducir a un desorden psicológico de tus rutinas diarias. Lo recomendable es que no tomes siestas inmediatamente después de comer y que procura que no duren más de una hora.
3. Escribe todos los días
Hoy en día, los diarios personales han migrado a las redes sociales gracias al contexto globalizador en el que nos encontramos. Esa costumbre de escribir algo, por sencillo que sea, tiene gran beneficio terapéutico para el ser humano, según comentó la psicóloga Carme Sánchez en una entrevista para El Mundo.
Escribir diario activa tu cerebro y logra una mejor estructuración del pensamiento.
Cuando escribimos acerca de nuestros problemas en un blog o en Facebook intentamos desahogarnos y buscar alivio. Sin embargo, la noción de poder ser leídos logra una mejor estructuración del pensamiento, lo que, a su vez, puede contribuir a la construcción de nuevas ideas y el consecuente desarrollo de la creatividad.
4. Evalúa tus proyectos
Realizar un proceso de retrospección después de realizar una actividad nos ayuda a evaluar lo que hicimos bien y lo que hicimos mal. Sólo siendo conscientes de cómo van las cosas podremos mejorar nuestro desempeño en futuras actividades y cometer menos errores.
Además, tratar de identificar qué cosas hicimos bien o qué cosas alcanzaron el éxito permite construir nuevas ideas igual o más interesantes que las anteriores.
5. Sal de la oficina
Salir al mundo exterior abre tu mente y te recarga de ideas nuevas.
Quizás las cuatro paredes por las que estás rodeado no te dejan desatar todo el potencial que se está hilando dentro de tu cabeza. Una manera de lograrlo es ver el mundo exterior. Sí, se trata de salir con papel y pluma en mano y anotar la primera idea que se nos ocurre al ver una hoja caer, un pájaro volar o cualquier cosa observable que llame nuestra atención.
Estando al aire libre es más fácil ver con claridad las cosas porque no tenemos la presión y el estrés de estar siendo observado por un jefe malvado. Incluso estando en un bar con tus amigos puede llegar a tu cabeza una idea brillante y necesitas tener la capacidad para parar todo por un instante y anotar lo que estás pensando, porque basta también un instante, para que esa idea se olvide por completo.
En el peor de los casos, trata de tener a la mano, al menos, unos buenos audífonos y una buena lista de reproducción.