¿Qué tiene de malo el coche eléctrico para ser usado hoy en día? Casi todo: una autonomía escasa nos vendan como nos vendan que no se realizan más de X kilómetros al día, un precio muy elevado, un coste de amortización no tan reducido como nos vendieron y en muchos casos, una estética que consigue espantar a los compradores más tradicionales. Por ello, hay algunos fabricantes, que si bien se apuntaron muy rápido al boom eléctrico, han dado un paso atrás y van a apostar por automóviles convencionales con mecánicas híbridas enchufables. Ventajas: todas.
¿Por qué gastarse 30.000 euros para ahorrar un par de euros al día si puedes gastarte la mitad y seguir como siempre?
Esta pregunta es la que ha generado mayores dolores de cabeza entre los grandes fabricantes de coches eléctricos, que ven como su dependencia de la existencia de ayudas para la compra de este tipo de vehículos es demasiado determinante. Tanto es así, que sino, prácticamente no se venderían en España vehículos eléctricos. Dar casi 10.000 euros (entre diferentes planes y solo en algunas Comunidades Autónomas como Andalucía) para comprar un coche eléctrico es cuanto menos llamativo. El objetivo es tratar de igualarlos en coste al coche convencional, pero ojo, sigue habiendo trampa.
El supuesto ahorro diario en combustible. Viendo que el coste de adquisición es elevado, algunos fabricantes decidieron rebajarlo unos 10.000 euros quitando del precio de venta las baterías y ofreciéndolas en alquiler. Una estrategia que se topa con el principio de ahorro al día a día y es que abonar unos 80 euros al mes por el simple hecho de tener el coche eléctrico, más la mensualidad si hemos financiado el vehículo, más el coste de la luz, supone que ese ahorro se queda en mucho menos. Ese euro para recorrer 100 kilómetros se esfuma y se acerca bastante al gasto de un coche convencional eficiente.
Y aquí es donde entran los coches híbridos enchufables
Beneficiándose de una gran parte de las ayudas al vehículo eléctrico, los híbridos enchufables prometen un precio de adquisición ligeramente superior al de un vehículo convencional pero con la ventaja de que pueden recorrer unos 50 kilómetros al día, suficiente para hacer que el consumo medio de estos coches ronde los 2 litros a los 100. Usar el motor térmico para una sola tarea: generar energía y los eléctricos para mover el coche hace que sus mecánicas sean muy fiables, que carezcan de ciertos elementos, como el embrague y la caja de cambios, que favorecen el ahorro en materia de mantenimiento y que sobre todo, se traduzcan en un ahorro real.
Bien, al final no son 2 litros, pero te permiten ir a trabajar, a dejar a los niños... con un coste irrisorio y no te limitan por su autonomía como el coche eléctrico.
Los fabricantes de coches eléctricos no han cubierto una necesidad, han generado otra.
Con ahorro real no solo me refiero a gastar mas o menos gasolina, sino que con un coche eléctrico, si queremos afrontar un viaje tenemos que alquilar un coche convencional, con el gasto que ello supone y que acaba comiéndose el ahorro anual. Con uno híbrido enchufable no. Podemos ir a trabajar con un gasto muy reducido, ir de viaje con un gasto reducido y tener la tranquilidad de una mecánica fiable, impuestos anuales reducidos y con la conciencia tranquila porque somos eficientes.
No voy a hablar de marcas, solo del concepto real del ahorro. Entre gastarnos 30.000 euros en un híbrido enchufable grande, con tracción integral y un gran maletero o bien 20.000 euros en un coche eléctrico limitado que nos obligará a tomar otras alternativas en materia de transporte en algunos casos, que conlleva un gasto extra al mes en concepto de alquiler de baterías y que no ha gozado del éxito que algunos fabricantes pregonaban, la duda se queda resuelta. Y esto lo están notando las compañías que están apostando por esta tecnología, caídas estrepitosas en sus ventas e inversiones que no han llegado al nivel de aceptable.
Hay lista de espera para comprar los últimos modelos híbridos enchufables de más de 4 o 5 meses por falta de stock, porque se han visto superados por la demanda, y eso es el mejor síntoma de que el usuario, en ocasiones, es más sabio que el fabricante, que no ha sabido cubrir su necesidad.
¿Es útil el coche eléctrico? Si, por supuesto, pero no es la gran solución que nos tratan de vender desde hace años, es un futuro, que cada día que pasa los fabricantes dejan más claro que la apuesta actual es el híbrido enchufable.