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Cabify es una startup española que se inició ofreciendo un servicio bastante similar a Uber: pedir por medio de una app para smartphones un coche de alta gama que te transporte a cualquier punto de la ciudad sin necesidad y que al llegar a tu destino se descuente automáticamente de tu tarjeta de crédito, sin tener que hacer algún tipo de intercambio monetario con el chofer, lo cual hace todo el proceso más cómodo y más simple.

Cabify no pretende competir contra taxis pues el servicio es premium con coches de alta gama y por lo tanto un precio mayor. Al menos en España no han sufrido el mismo rechazo por parte del gremio del taxi como ha sucedido con Uber pues cuentan con licencia VTC y de hecho se han ido ampliando a Chile, Perú y México. También han agregando nuevos tipos de transporte, Executive siendo el "normal", Group para grupos de seis personas, Luxury para tres personas máximo en coches Mercedes Clase S (o similar).

Ahora agregan Cabify Taxi oferta con la cual entran en competencia directa con servicios populares como MyTaxi y Hailo, pero manteniendo el mismo sistema que característico del servicio: el cobro se hace automáticamente a tu tarjeta de crédito una vez hayas llegado a tu destino, a diferencia de la competencia que tienes que pagarle al conductor ya sea en efectivo, tarjeta o por medio de un pago manual vía app.

Cabify asegura que ha elegido uno a uno los conductores de taxi en su servicio y también dicen mantener el nivel de los coches que dan el servicio con Toyota Prius o similar. Característica que tanto My Taxi como Hailo han perdido con el paso del tiempo para aumentar volumen a cambio de una degradación importante en la calidad de servicio al cliente que ofrecen los taxistas que llegan a recogerte. Se mantienen tarifas oficiales con bajada de bandera máxima de 3€ y hasta 5 minutos de espera de cortesía.

La llegada de Cabify Taxi aumenta aún más la saturación de oferta servicios en España con relación a apps de transporte, todas parecen estar preparándose para un despliegue mayor de Uber que ya opera en Barcelona aunque aunque su operación en el país es técnicamente ilegal y no parece haber causado tanto revuelo como se esperaba, sigue teniendo pocos conductores y por las noches es habitual que simplemente no se ofrezca servicio.