Uno de los mitos más repetidos es que nuestro organismo se renueva cada cierto período de tiempo. En particular, la creencia popular habla de que pasados 7 años, la regeneración del cuerpo se completa. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación?
No fue un periódico cualquiera el que lanzó el bombazo informativo a modo de titular. En concreto, en agosto de 2005, el reconocido New York Times publicó un artículo titulado Your body is younger than you think. En aquella noticia, hablando de la regeneración del cuerpo, el diario aludía a una investigación realizada por el sueco Jonas Frisen, por la se comprobaba que la edad media de las células del organismo debía rondar los 7 años.
Pero si echamos un vistazo a la página web oficial del científico, un reconocido investigador del Instituto Karolinska de Suecia, quizás nos decepcionemos. Aunque su línea de trabajo sí se centra en la regeneración celular, lo cierto es que su grupo desmiente el titular del New York Times.
En la página de presentación de Frisen, se explica lo siguiente: "According to a modern myth, all the cells in the body are replaced every seven years, but in actual fact even today we know very little about how often cells are replenished."
En otras palabras, no es cierto que la regeneración del cuerpo ocurra cada 7 años. Pero entonces, ¿qué sabemos acerca de la renovación de nuestro organismo? ¿Llega acaso a ocurrir? Precisamente el grupo de investigación de Frisen ha dado algunas de las claves en los últimos años, pues su trabajo se centra en estudiar la regeneración celular utilizando la datación mediante el carbono-14. Además, el equipo de I+D también analiza el comportamiento de las células madre dentro de la renovación de nuestro cuerpo.
El hígado: la regeneración increíble de un órgano
Actualmente, sabemos que la regeneración celular se produce de manera continua en tejidos como la piel, el epitelio intestinal o la médula ósea. La renovación que se produce en algunos órganos, con excepciones, es, sin embargo, limitada. Se sabe por ejemplo que la extirpación de un riñón produce en el restante un fenómeno de hipertrofia (es decir, aumenta de tamaño). Además, se ve también hiperplasia en los conductos proximales del segundo riñón.
Pero si hay un órgano que nos sorprende en cuanto a capacidad regenerativa es, sin lugar a dudas, el hígado. Si extirpamos un trozo de este órgano, correspondiente al 40-60% de su tamaño, se inicia un proceso de proliferación y renovación celular, por el cual el donante vivo del hígado ve como éste se recupera de la anterior operación.
Aunque la regeneración de tejidos y órganos es bastante atípica, lo cierto es que los ejemplos del riñón y el hígado nos asombran lo suficiente, como para que pensemos en las increíbles salamandras y su capacidad regenerativa, en comparación con nuestro propio organismo.
Regeneración celular: ¿Un mito?
Recordando la afirmación del investigador sueco en su web, aún es poco lo que conocemos realmente sobre la regeneración celular. En los últimos tiempos, sin embargo, el grupo de Frisen ha realizado avances importantes en la renovación de neuronas y células cardíacas. Ambas investigaciones, publicadas en 2013, ahondan un poco más en la diferente velocidad de renovación celular, y en los factores asociados que influyen en estos procesos.
Jason Snyder (Flickr)Por ejemplo, en el caso de nuestro corazón, resulta muy lenta la renovación de los cardiomiocitos. Sin embargo, el hallazgo de microRNAs específicos podría acelerar el proceso de regeneración cardíaca, utilizando también todo el potencial de las células madre, de las que ya hemos hablado en otras ocasiones.
Otro caso muy particular de regeneración celular es el que ocurre en nuestro cerebro. Y es que durante años, se creyó que si se morían neuronas, no íbamos a ser capaces de renovarlas. La ciencia se encargó de desmentir categóricamente esto. De hecho, si existen problemas en la neurogénesis (el proceso por el que se crean nuevas neuronas), podemos estar ante desórdenes patológicos importantes.
Como vemos, nuestro organismo está renovándose de manera continua. Parece como si necesitara esa evolución constante. ¿Ocurre cada siete años? Como hemos visto, no. Cada parte de nosotros mismos está condicionada según el tipo de células que la formen, de manera que la regeneración del cuerpo varía de unas zonas a otras, de unos tejidos a otros, en función de los tipos celulares específicos.
La magia de la biología, de entender la vida, reside en afrontar cuán complejos somos, y lo mucho que nos queda por aprender sobre los organismos vivos. La propia regeneración del cuerpo es una buena muestra de todo lo que queda por saber e investigar en el futuro.