Durante los años noventa, Corea del Sur estaba experimentando una transformación total. Luego de que varias dictaduras militares gobernaran el país con mano de hierro por más de tres décadas, la nación por fin estaba comenzando a liberalizarse, celebrando sus primeras elecciones democráticas. Bong Joon-ho tenía 21 años al comienzo de esa magnífica década, y afirma que no es coincidencia que la explosión cinematográfica de la que Parasite es producto comenzara justo en ese entonces.

Bong Joon-ho estudió sociología en la universidad de Yonsei, pero hoy en día dice no saber mucho de esa materia. La parte importante de su educación fue completamente cinematográfica, ya que fundó un club de cine junto con cinéfilos de universidades cercanas. Veían y hacían películas juntos, colaborando para producir los cortometrajes de los miembros. Luego de hacer su servicio militar y graduarse, trabajó como asistente de dirección por varios años hasta que por fin le llegó su oportunidad para dirigir su primera película.

Considero que Parasite es por mucho la mejor película de Bong Joon-ho. Todo es perfecto, desde el elenco hasta la cinematografía. La combinación de esos dos elementos nos regala uno de los mejores filmes de todos los tiempos. Por esto, el resto de la filmografía de este director siempre está en segundo plano, ignorada por muchos cinéfilos. A continuación sus mejores cintas, exceptuando Parasite.

#5. Barking Dogs Never Bite

Barking Dogs Never Bite significó el debut de Bong Joon-ho como director. Tuvo un presupuesto equivalente a 800.000 $ y su locación principal fue el apartamento en donde vivía Bong Joon-ho en ese momento. Nada grita "cine independiente" más alto que eso. La historia está basada en la vida de su hermano mayor, quien se graduó de una universidad prestigiosa de Corea del Sur, solo para descubrir que tenía que sobornar a un administrador con mucho dinero solo para conseguir una posición mal pagada como profesor (una práctica común en Corea en ese entonces).

Se trata de una película esencialmente psicológica, que intenta ser una comedia negra. El personaje principal odia su vida. Su esposa está embarazada y lo acusa de holgazán por estar desempleado. Los ladridos constantes del perro de un vecino lo desesperan mientras procrastina, por lo que decide asesinarlo, exteriorizando sus frustraciones a través de un acto criminal.

Bong Joon-ho se avergüenza cada vez que le preguntan sobre esta película en alguna entrevista. La considera un fracaso. Porque en comparación con sus obras maestras es un filme mucho menos eficiente, como es de esperarse. Sin embargo, hay elementos que nos recuerdan a su trabajo posterior. Como el vagabundo que vive escondido en el sótano del edificio, o cómo expone las particulares injusticias de la sociedad coreana. Ningún fanático de Bong Joon-ho querrá perderse Barking Dogs Never Bite.

#4. Snowpiercer

En este punto de su carrera, trece años después del estreno de su primera película, Bong Joon-ho ya era una superestrella. Evidenciado por el estrellado elenco de Snowpiercer: Chris Evans, Tilda Swinton, Octavia Spencer, Song Kang Ho, Ed Harris, John Hurt, como si se hubieran gastado el presupuesto entero del filme (40 millones de dólares) en contratarlos. De alguna manera se las arreglaron para que la cinta se viera espectacular.

Como Parasite, la premisa de Snowpiercer sugiere que los estratos de la sociedad están organizados de manera injusta, para favorecer a los que se encuentran en la cima. Retrata un escenario postapocalíptico en el cual los únicos sobrevivientes habitan un tren gigante que con el tiempo se ha convertido en una pesadilla. La mayoría de personas viven unos encima de otros en la parte trasera, entre la suciedad y la falta de comida. Mientras que los ricos ocupan el resto del tren, entre lujos y prosperidad.

Snowpiercer es revolución pura. Los de abajo rebelándose frente a las injusticias y descubriendo cómo es que verdaderamente funciona su sociedad en el proceso. Más que comentar acerca de un sistema político, la película nos muestra (como también hace la excelente Concrete Utopia) qué es lo que suele suceder cuando los recursos escasean y el poder se concentra en un solo individuo.

#3. The Host

Según Bong Joon Ho, The Host es una película de secuestros, pretendiendo ser una película de monstruos, ya que el monstruo es el secuestrador. Con esta premisa comienza esta maravilla cinematográfica. Este director disfruta tomando un género y dándole la vuelta a ver qué sucede. En este caso, la apariencia del monstruo no resulta un misterio, no es una fuente de revelación para la mitad del filme. Si no que desde el principio vemos a la aterradora criatura a plena luz del día.

Al igual que en Parasite, Bong Joon-ho parece burlarse de la familia protagonista. Son presentados como un grupo de buenos para nada, cuya misión será rescatar a su miembro más joven. Pero al mismo tiempo sentimos compasión por ellos porque son tratados como basura por la sociedad, la mayoría de personas saben cómo se siente eso. Cuando el monstruo aparece y comienza el pandemonio, la respuesta del gobierno es torpe y contraproducente, añadiendo incluso más caos a la crisis. De alguna manera, los protagonistas deberán enfrentarse tanto al monstruo literal como a la máquina monstruosa que representa un gobierno que, en un intento de ayudar, hace más difícil todo.

Se convirtió en la película coreana más taquillera de la historia cuando se estrenó en 2006, transformando a Bong Joon-ho en una superestrella. Extrañamente, el líder de Corea del Norte en ese entonces, Kim Jong Il, alabó la película por su mensaje anti-Estados Unidos. El director sostiene que esa percepción sería simplificar su obra, la cual sí ofrece críticas contra los efectos de la presencia militar estadounidense en Corea del Sur, pero de ninguna manera es una cinta anti-Estados Unidos.

#2. Mother

Hoy en día Mother ya es un clásico del cine coreano, porque la película desarrolla uno de los misterios más desconcertantes de la historia del cine. La trama trata sobre qué significa la maternidad. La protagonista es una anciana cuyo hijo es acusado de asesinar a una adolescente. El muchacho sufre de alguna discapacidad mental, por lo cual siempre ha sido sobreprotegido por su madre. Ella está convencida de que su hijo es inocente, pero la policía la ignora completamente. Se ve forzada a convertirse en detective para encontrar al verdadero asesino.

Es fascinante ver a la protagonista recorriendo las calles de su pueblo, esperando encontrar algún testigo que pueda probar la inocencia de su hijo. Porque nadie parece tener el más mínimo interés en ayudarla. Por supuesto, hay un estigma alrededor de los enfermos mentales, por el cual la madre debe luchar para llamar la atención de los vecinos, los cuales tienen poca simpatía por su hijo.

No puedo decirles más, pero para este punto ya deben saber que Bong Joon-ho disfruta pintar un escenario, creando expectativas, para luego poner la historia de cabeza. En Mother hace esto de manera perfecta, profetizando ese momento de Parasite en el que se revela el sótano oculto en la casa de la familia millonaria. Como el resto de sus filmes, este se convirtió en un clásico porque logra presentarte una historia común y corriente, para luego llevarte a un lugar en el que nunca esperarías estar.

#1. Memories of Murder

Basada en una historia real, Memories of Murder nos muestra a un grupo de detectives inútiles tras la pista de un asesino serial. Como su trabajo por lo general consiste en golpear manifestantes y obligarlos a confesar bajo tortura, cuando se enfrentan a un verdadero criminal no tienen la más mínima idea de qué hacer. Al principio arrestan a un joven con problemas mentales y simplemente lo golpean hasta que este confiesa haber cometido todos los crímenes. La única mujer del equipo frecuentemente demuestra ser la más brillante, pero sus ideas son ignoradas. A excepción de un detective proveniente de la capital que se encuentra horrorizado por la manera en que no se toman en serio su trabajo.

A diferencia de lo que sucede en otras películas de detectives excelentes como Seven, Zodiac o The Girl with the Dragon Tattoo (si Fincher es el mejor en esto), en Memories of Murder los investigadores no se enfrentan a una mente maestra. Si no que su principal enemigo es el hecho de que trabajan para un gobierno autoritario cuya principal prioridad no es acabar con el crimen, sino dar la impresión de que lo están haciendo. Por eso la orden es: si hay un crimen, arresten a alguien, consigan que confiese y listo. No hace falta que el sujeto en realidad sea culpable, lo que importa es tener a un “culpable”.

Considero que es la mejor película de Bong Joon-ho después de Parasite porque ilustra una época histórica que nos hace preguntarnos qué es la justicia. La interrogante principal es: ¿cómo es posible llevar a un criminal a la justicia, en un país sin justicia? Los policías rompen la ley constantemente sin ninguna clase de remordimiento. Piensan que el fin justifica los medios, mientras que lo que persiguen es una ilusión. Es un fascinante giro al género thriller, típico de un genio como Bong Joon-ho.