Un cinéfilo que devora películas y con sentido común podría decir fácilmente que hay muchísimos más hombres que se sientan en la silla de dirección que mujeres. Y esto viene a confirmarse con los cálculos efectuados por la Escuela de Comunicación y Periodismo USC Annenberg, un departamento de la californiana Universidad de los Ángeles, y su Iniciativa de Medios, Diversidad y Cambio Social, que en 2017 revelaron que sólo el cuatro por ciento de los 1.000 filmes con mayor recaudación de la última década hasta entonces habían sido dirigidos por mujeres. En 2018, con 1.100 películas analizadas, la cosa había mejorado un poco, hasta el 7,3 por ciento.

Pero, como sigue sin ser una cifra satisfactoria, la Iniciativa y el movimiento Time’s Up contra el acoso sexual, surgido al calor de escándalos como el del productor Harvey Weinstein igual que #MeToo, han planteado recientemente el Desafío del 4 por Ciento, o el 4 Percent Challenge en inglés, para revertir la situación. Y su primera victoria es haber logrado que Universal Studios se haya convertido en el primera gran compañía de producción cinematográfica de Hollywood en aceptar el reto, anunciado de manera oficial en el último Festival de Cine de Sundance. Así, deberán contratar a una directora en los próximos dieciocho meses sin falta. Y esperemos que los demás sigan su ejemplo.