Los experimentos cinematográficos suelen causar sensación entre los cinéfilos más entusiastas, sobre todo si se están relacionados con ficciones televisivas favorecidas con mucho éxito como *Black Mirror* (Charlie Brooker, 2011) y además se difunden a través de plataformas tan populares como Netflix. Lo cual es exactamente lo que está ocurriendo con **Bandersnatch, la película dirigida por David Slade* (Hard Candy) que hace de puente entre las temporadas cuatro y cinco de la mencionada serie de televisión y que es *la primera de hiperficción explorativa del tipo *Elige tu propia aventura realizada jamás*. Entrañe mas o menos sentido como obra de cine, no deja de parecernos una propuesta interesante.
Y, por el interés que ha despertado, resulta conveniente averiguar cómo el equipo de Brooker y Slade han llevado a cabo semejante ocurrencia para que uno se pueda tirar hasta 300 minutos recorriendo el laberinto por el que deambula el protagonista, Stefan Butler (Fionn Whitehead), hasta llegar a algún sitio, pasando por todas las rutas posibles. Por fortuna, *Wired* ha querido ocuparse del asunto, y ha sabido que Bandersnatch ha tardado en estar lista dieciocho meses entre el planteamiento, el rodaje y la posproducción, y confirma que, **como ya había anunciado Netflix el pasado mes de octubre, se trata sólo del comienzo de su cine interactivo**.
La que es hoy responsable de la innovación en las producciones de la compañía, Carla Engelbrecht, “había pasado años trabajando en la intersección de la educación interactiva y la educación de los niños”, conque fue de lo más natural que acabara charlando con el jefe Todd Yellin de cómo podrían brindar experiencias audiovisuales de hiperficción explorativa; y decidieron comenzar con series de animación infantiles de DreamWorks como Buddy Thunderstruck (Ryan Wiesbrock, 2017) o Las aventuras del Gato con Botas (Doug Langdale, 2015-2018), con las mismas “narraciones ramificadas” y dos opciones en cada intersección y diez segundos para escoger entre una y otra para ir hacia distintos destinos.
Y en mayo de 2017, se presentaron la idea a Charlie Brooker y a la productora ejecutiva Annabel Jones (Dead Set) **para aplicarla a Black Mirror**, pero no la recibieron con mucho entusiasmo hasta que se propuso la historia que terminaría rodándose, la de un diseñador de videojuegos ochentero que pretende adaptar una novela como las de Elige tu propia aventura. Y, tiempo después, **Brooker le presentó a Netflix “un esquema vasto y extenso escrito en el lenguaje de programación de videojuegos Twine, que Brooker se había enseñado a sí mismo porque era la única manera de captar la complejidad intravinculada de todos los diversos afluentes y recursiones de la historia de Bandersnatch”**, y consiguiendo su aquiescencia.
Pero seguidamente les tocaba enfrentarse al reto novedoso de su realización, para lo que debieron desarrollar una tecnología de “seguimiento de estado” y “una herramienta llamada Branch Manager, que elimina a Twine de la ecuación y permite a los creadores escribir historias interactivas de una manera estandarizada”. La peripecia de Stefan Butler, disponible en veintiocho idiomas, contiene diversas disyuntivas que conducen a “cinco finales principales, con múltiples variaciones de cada uno”, y en todos ellos se ofrece la posibilidad de volver “a los puntos de decisión fundamentales”. Y si uno opta por no decidir nada en ningún momento, la experiencia automática dura noventa minutos, pero es “realmente horrible” según David Slade.
No creemos que sea así en absoluto, aunque bien podéis hacerle caso al director de Bandersnatch, evitar a toda costa la actitud pasiva a la que está acostumbradísimo del espectador de cine de siempre y participar en cada instante para establecer hacia dónde se encamina el misterio. “Estamos empezando a rascar la superficie de los tipos de historias que se pueden contar de esta manera”, ha explicado Todd Yellin. “Nos encantaría ver una comedia loca interactiva. Nos encantaría ver una película de terror interactiva. Nos encantaría ver un romance interactivo donde elijas la fecha de la fiesta de graduación a la que quieres ir. Quiero decir, hay todo tipo de grandes historias potenciales que están ahí fuera”. Pero cuidado, señor Yellin; que lo poco gusta y lo mucho cansa.