Todos conocemos CAPTCHA y reCAPTCHA, esas letras o códigos tan difíciles de leer en ocasiones y que se muestran cuando un determinado servicio web nos pide que verifiquemos que lo que se encuentra tras la pantalla es un humano y no una máquina. Este muro de seguridad adicional ha estado funcionado desde hace ya muchos años debido al alto nivel de fiabilidad que ofrecían frente a procesos que no fueran llevado a cabo por personas.
Sin embargo, la aparición de una brecha en estos sistemas era cuestión de tiempo. El aumento de la investigación en el campo de la inteligencia artificial no solo hace que se puedan llevar a cabo procesos como identificar lugares mediante imágenes o aprender hábitos para ofrecer unas respuestas en lugar de otras, sino que también supone un nuevo reto para todo lo referido a la seguridad.
La historia de cómo CAPTCHA y ReCAPTCHA mejoraron a Google
En este caso, los afectados son los CAPTCHA y reCAPTCHA, y los culpables de ello serían los trabajadores de Vicarious AI, una startup californiana que ha conseguido desarrollar un algoritmo capaz de enfrentarse a estos sistemas de autenticación y salir victorioso. La clave de RCN (Red Cortical Recursiva, por sus siglas en inglés), el nombre que le han dado al algoritmo, es que trabaja de una manera muy similar al córtex visual de los mamíferos a la hora de procesar las imágenes, ofreciendo la posibilidad de entender elementos y estructuras incluso cuando estos no son perfectamente legibles.
En la tasa de fallo está la victoria
Según se puede ver en el documento publicado en *Science*, que ha dado a conocer el trabajo de Vicarious AI, el mayor logro de este algoritmo no se encuentra en poder engañar a los CAPTCHA, sino en la fiabilidad a la hora de hacer esto. Los porcentajes son fundamentales para entender el impacto que puede tener este tipo de inteligencia artificial.
Un Captcha se considera roto si puede ser resuelto automáticamente con un porcentaje superior al 1%. RCN ha sido efectivo frustrando una amplia variedad de CAPTCHAs basados en texto con un entrenamiento muy pequeño. [...] Ha sido capaz de resolver reCAPTCHAs con una precisión del 66,8 por ciento (con un acierto de caracteres del 94,3%).
Queda patente, pues, que el algoritmo es capaz de resolver de manera satisfactoria un gran número de situaciones en las que los CAPTCHA, supuestamente, han de ser infalibles. Aunque RCN supone el paso natural de la inteligencia artificial, resulta lógico cuestionarse cómo llegará a afectarnos esto de aquí a medio o largo plazo. No solo son los CAPTCHA, sino que los tentáculos de la inteligencia artificial terminarán por abarcarlo todo, desde tu smartphone hasta tu lavadora, con unos efectos que todavía están por descubrir.
De igual manera, y aunque esto puedan parecer malas noticias, la misma inteligencia artificial también ayudará de manera enorme en el campo de la seguridad, ayudando a conseguir software y algoritmos que sean, a su vez, capaces de elevar lo que ya conocemos a un nuevo nivel. Todo ello, seguramente, en un periodo de tiempo mucho menor del que podamos imaginar.