complicado aparcar

Durante los últimos años subirse a un coche y circular por las carreteras se ha convertido en algo más que un arte. Recordemos que antaño, toda una familia media con sus tres hijos, abuela incluida, hacías las maletas y ponían rumbo a la costa más cercana. Al mismo tiempo que otros miles de familias que se echaban a las atestadas y poco seguras carreteras de la Península. La planificación era para los débiles. La historia de gran parte del siglo XX.

Hoy, con mucha más seguridad, radares que controlan el tráfico, una educación vial con más sentido y muchos menos siniestros en las carreteras, un factor esencial ha sido la incursión de los planificadores de viajes. Conocer a ciencia cierta cómo está el tráfico antes de iniciar el camino —y si se da la posibilidad recurrir a rutas alternativas—, además de evitar los radares aunque sólo sea por la multa ha resultado ser la tendencia del momento. Los GPS, líderes del mercado en algún momento, han venido a ser sustituidos por simples apps que hacen lo mismo pero de una forma más fácil. Un todo en uno. Google Maps en una versión simple, o Waze, también propiedad de la multinacional tecnológica utilizan el posicionamiento colectivo y la ayuda de todos los usuarios para completar los datos del estado del tráfico.

Dentro de este posicionamiento colectivo, producto de esa añorada economía colaborativa, otras muchas han encontrado su nicho de mercado. Con más de 1.800.000 descargas desde su fundación en 2014, SocialDrive un proyecto 100% made in Spain se ha encuadrado en este sector con la ayuda de la madre de todos los controles de tráfico: la DGT. Institución con las que han tenido sus más y sus menos, pero que finalmente han terminado colaborando y aliándose

El objetivo, según el cofundador de la compañía Sergio García, era "crear una comunidad sólida a través de diferentes redes sociales que nos permitiese lanzar la app al mercado con una base de usuarios bastante grande y con una interacción constante sobre el tráfico". De esta forma, los miembros de SocialDrive sólo tienen que avisar del estado de las carreteras para que otros usuarios puedan estar informados al momento y evitar más problemas. Y, lo más importante, de forma gratuita para los usuarios; de forma que ellos se financian a través de la publicidad incluida en la propia app.

A través de la colaboración de los miles de usuarios que se congregan, se ha conseguido evitar que en Madrid, los más de 9.500 avisos de retención que se recibieron, se emitiesen 160 toneladas de CO2 a la atmósfera. Lo mismo que se expulsaría a nuestra maltrecha atmósfera si diésemos siete vueltas al mundo. En Barcelona, por su parte, los conductores han evitado 1.000 horas al volante sinsentido y en Galicia un ahorro total en multas de 18.000.000 euros.

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