Un fotógrafo común suele adquirir varios objetivos que complementan al ridículo pero efectivo 18 – 55mm incluido en el kit de muchas cámaras. Quizá sea un teleobjetivo para captar imágenes a una larga distancia, un macro para acercarnos a sujetos muy cercanos o un 50mm para aprovechar la calidad y apertura que ofrece la lente. Pero ni por asomo se nos pasaría por la mente el Canon EF 1200mm f/5.6.
Abandonando toda idea relacionada con la comodidad y lo compacto, este teleobjetivo de Canon se alza como uno de los más grandes jamás creados. No obstante, lentes como la Zeiss Apo Sonnar de 1700mm y la Leica APO-Telyt-R de 1600mm también son dignos rivales.
Fotógrafos de blogs como bhphotovideo y de medios como The New York Times han podido probar en primera persona qué se siente al realizar fotografías con el dispositivo fabricado por Canon. Entre otras cosas, afirman que mirar por esta lente es como ver el mundo a través de una pajita de soda, algo provocado por la reducida profundidad de campo debido a su enorme distancia focal.
La lente Canon EF 1200mm tiene un precio de 180.000 dólares e incluso ha llegado a ser utilizada por servicios de inteligencia como la CIA. Con un peso de dieciséis kilogramos, transportar este teleobjetivo se convierte en una tarea solo apta para los músculos más capacitados.
Mientras tanto, nosotros tendremos que conformarnos con un 50mm o la lente del kit. Aunque teniendo en cuenta el precio y su peso, quizá no tener este teleobjetivo sea la opción más inteligente.