Macrofotografía

Robby Fakhriannur | Shutterstock

La macrofotografía es una modalidad que normalmente nos brinda imágenes muy impresionantes. "Si una foto no es buena es que no estás lo suficientemente cerca", y es cierto, porque difícilmente se puede comparar la impresión que causa ver un insecto que colma toda nuestra pantalla a, por ejemplo, contemplar un paisaje.

La explicación de todo ello se encuentra en la magnificación del objeto representado. Es decir, no estamos acostumbrados a ver una flor al nivel de detalle que se puede apreciar en una fotografía macro, algo que sí ocurre cuando observamos alguna imagen general capturada con un 50mm.

Por lo tanto, si queremos realizar macrofotografía lo primero que pensaremos será en adquirir en un objetivo apropiado para ello. Estas lentes permiten una distancia mínima de enfoque muy reducida, por lo que acercarnos a un objeto no debería ser ningún tipo de problema. Asimismo, la calidad que ofrecen difícilmente se puede alcanzar mediante otras opciones. Así, un objetivo macro es la mejor opción para hacer macrofotografía (valga la redundancia).

Sin embargo, el problema es que muchos de los objetivos macro disponibles alcanzan un precio que no puede ser asequible para muchos consumidores. No obstante, existen otros métodos que, sin ser tan efectivos, también pueden hacernos lograr magnificar un objeto diminuto.

Tubos de extensión

pattara puttiwong | Shutterstock
pattara puttiwong | Shutterstock

La función de estos accesorios es la de separar el objetivo del CCD, quedando entonces reducida la distancia mínima de enfoque. Es una opción barata para realizar macrofotografía, ya que un juego con 3 anillos de 13mm, 21mm, 31mm (o similares) se puede encontrar por unos 30€. Sin embargo, los más económicos no suelen permitir la sincronización entre la cámara y el objetivo, por lo que no responderá a las variaciones de diafragma o autofocus.

Los anillos se pueden combinar entre sí hasta obtener el enfoque mínimo deseado para nuestro sujeto. Eso sí, al extender el objetivo también perdemos en luminosidad, algo que se deberá corregir abriendo diafragma o reduciendo la velocidad de obturación.

Filtros “close up”

gielmichal | Shutterstock
gielmichal | Shutterstock

Es una alternativa para hacer macrofotografía todavía más barata que la anterior. Todo depende de la calidad de los filtros, pero incluso se pueden encontrar por un precio que ronda los 15€. Se trata de una lente convergente de dioptrías positivas, algo que permite magnificar el objeto que al que fotografiemos. A grandes rasgos, es como poner una lupa delante del objetivo. Del mismo modo que ocurría con los tubos de extensión, los filtros “close up” también suelen venderse en un juego de 3 lentes que pueden variar desde +1 a +10 dioptrías.

Sin embargo, no todo son maravillas. Como era de esperar, la calidad de algunos de estos filtros dejan bastante que desear y en ocasiones pueden arruinar la nitidez de la imagen. Aun así, sigue siendo una opción económica para conseguir este tipo de imágenes.

Fuelles

gilotyna4 | Shutterstock
gilotyna4 | Shutterstock

Este accesorio se coloca entre el objetivo y la cámara, permitiendo entonces variar la distancia mínima de enfoque a medida que agrandamos o reducimos la extensión del fuelle. El funcionamiento es muy parecido al de los tubos de extensión, solo que en este caso podremos cambiar el enfoque de una forma mucho más precisa. Asimismo, uno de sus inconvenientes es la pérdida de luminosidad cuanto más extendemos el fuelle, ya que la luz debe realizar un recorrido más amplio hasta que impacta en el sensor. Pueden hallarse por unos 50€, siendo también una opción a barajar por aquellos que no desean invertir demasiado en un nuevo accesorio.

Anillo inversor

Denis Dryashkin | Shutterstock
Denis Dryashkin | Shutterstock

Aunque no lo parezca, al invertir nuestro objetivo éste se convierte en una lente apta para enfocar a distancias mínimas. Esto se debe a que los objetivos suelen estar construidos para que de forma óptima enfoquen al infinito, así que al darles la vuelta también se invierte ese efecto. Por lo tanto, cuanto menor sea la distancia focal de nuestra lente, más nos tendremos que acercar al objeto al que vamos a fotografiar.

Quizá es la opción más económica de todas, ya que se puede encontrar incluso por menos de 10€, pero también es la que menos calidad ofrece. Además, el enfoque se encuentra limitado a la distancia focal del objetivo que utilicemos, no tenemos posibilidad de manejar el diafragma ni el autofocus, y puede mostrar cierta difracción.

Zoom con posición macro

Naiyyer | Shutterstock
Naiyyer | Shutterstock

Aunque no sea un objetivo macro en su máxima esencia, existen algunos teleobjetivos que tienen la posibilidad de activar una posición macro. No quiero decir que compréis un teleobjetivo si vuestra intención es la de hacer macrofotografía, sino que una lente de gran distancia focal que ya tengamos quizá pueda servir para, al menos, intentar obtener una foto cercana. La opción de macro suele activarse cuando el teleobjetivo llega a su máxima distancia focal, por lo que la pérdida de luminosidad y de calidad también puede ser notoria.