Ahora podemos decirlo con seguridad: hemos alcanzado Plutón con éxito. La misión New Horizons va viento en popa y con los mejores augurios. Así lo veíamos hace unas horas en las que el centro de control de la NASA recibía la señal de que la sonda estaba en perfectas condiciones. Ahora, desde la misión, han comenzado a medir algunos datos y tomar nuevas imágenes del planeta enano. Pero este es solo el primer paso. ¿Qué es lo siguiente que podemos esperar de la misión? ¿Qué más secretos nos desvelará la sonda en su paseo por los confines del sistema solar? En cualquier caso, y pase lo que pase, ya hemos marcado otro hito más de nuestra historia.
Misión New Horizons, ¿y ahora qué?
La tensión en la sala de control hace unas horas era palpable. Durante los últimos minutos todos los empleados de la NASA en el laboratorio John Hopkins de Maryland, no solo los responsables, se encontraban mirando con ansiedad la misma pantalla. En ella, además de un bonito modelo en tres dimensiones de la sonda, se podían leer montones de indicadores en verde o rojo. Todos esperaban una señal en particular. Tras 21 horas de espera, *de repente, surgió por fin: "LOCKED".* Así lo anunciaba la NASA mediante su cuenta de Twitter. La sonda estaba sana y salva, transmitiendo datos. Una vez superada esta temida barrera, y con la satisfacción bullendo por el cuerpo, es hora de dar el siguiente paso y proseguir con la misión New Horizons.
Unas horas después la NASA anunciaba que ya están midiendo la temperatura de Plutón. Durante su corta pasada, la sonda se hará con nuevas imágenes y recopilará nuevos datos que nos ayuden a entender mejor el planeta. No obstante, esta etapa no durará demasiado y pronto, la misión New Horizons seguirá su camino hacia el cinturón de Kuiper. Pero antes, eso sí, la nave aprovechará para ver de cerca la zona nocturna.Iluminada por la luz reflejada La sonda investigará la zona nocturna y la presencia de más cuerpos alrededor de Plutón
de Caronte, la luna más grande de Plutón, la sonda investigará la superficie nocturna y buscará anillos planetarios a su alrededor. También aprovechará para obtener más información de las cuatro lunas restantes de Plutón: Nyx, Estigia, Cerbero e Hidra e indicios de si existe alguna más.
Todo esto lo hará en las próximas semanas, recogiendo una cantidad enorme de datos (se estiman unos 10 Gb, lo que para una sonda de sus características da para varios años de investigación, si no más). Una vez que acabe su observación en Plutón, la misión New Horizons dará un nuevo paso y apuntará hacia el extremo cinturón de Kuiper. Extremo porque marca los límites de nuestro sistema solar. A la velocidad a la que viaja la New Horizons, casi 50.000 km/h, se espera que alcance los primeros objetos del cinturón para 2019. Allí podrá estudiar varios meteoritos y cuerpos hasta que finalmente se pierda más allá del cinturón. Pero eso no ocurrirá hasta, por lo menos, 2030 gracias a la enorme autonomía de la sonda.
En un planeta muy, muy lejano...
A pesar de que la misión New Horizons ya está recogiendo una cantidad increíble de datos, además de la que está por obtener en breve, estos no llegarán a la Tierra en muchos meses. De hecho, se espera que las fotos de alta definición así como gran parte de los datos completos no lleguen al centro hasta septiembre de 2016. Esto se debe a la enorme distancia a la que se encuentra la sonda, grosso modo. Y es que la New Horizons transmite a un ratio de unos 2 kilobits por segundo. Una fotografía de baja fidelidad podría tardar hasta 10 semanas en llegar. Y eso recibiendo de continuo, cosa que es imposible ya que hace falta recibir mucha más información por parte de otras sondas. Por todo ello, la transferencia tardará meses (más que la de La sonda solo puede transmitir a un ratio de 2 kilobits por segundo, como un modem de 300 baudios
otras sondas más cercanas y accesibles). Además, la conformación de la sonda supone una serie de problemas que hay que solucionar en materia de logística.
En primer lugar, su potencia no permite transmitir y recoger datos al mismo tiempo. Encima, para poder enviar información, la New Horizons ha de apuntar a la tierra, por lo que no puede apuntar hacia el objeto que está investigando. Esta es la principal razón por la que hemos estado 21 horas incomunicados. Así que aunque ya hemos marcado otro hito más en nuestra carrera espacial, cerrando otro momento histórico, la misión New Horizons no ha hecho más que comenzar (un comienzo bastante largo, si tenemos en cuenta el tiempo que lleva trabajando). Pero aún así habrá que esperar un poco más para ver que secretos esconden los confines del sistema. Estaremos atentos a ver que encontramos. Aunque no lo sabremos hasta, probablemente, el año que viene.