Alien: Isolation

Primero vino Alien Trilogy (1996), después Alien vs Predator 1 y 2 (1999-2001), Aliens versus Predator: Extinction (2003) y por último Aliens: Colonial Marines (2013). Hasta este año, que llega su último título basado en la famosa saga cinematográfica, y que está a la venta desde el 7 de octubre.

Desarrollado por Creative Assembly y publicado por Sega, esta última entrega rescata el aroma principal de la primera película dirigida por Ridley Scott, estrenada hace ya treinta y cinco años.¿Otra versión más de Alien, como las anteriores? No.

Alien: Isolation viene fuerte queriendo recuperar la esencia del género: el survival horror que se había desdibujado en sus anteriores intentos de adaptaciones a videojuegos, creando decepciones en sus jugadores y unas críticas bastante mejorables (salvando quizás su versión para la Playstation 1 de Alien Resurrection, que acercó unos gráficos que no se habían podido explotar hasta entonces en esta consola).

Hay una intención clarísima de volver a levantar el nombre de la saga y recuperar a sus seguidores que ansiaban ver llegar en algún momento la posibilidad de sentirse en la piel de un tripulante de nave espacial con los nervios constantemente a flor de piel. Han querido reconquistar amores, y sinceramente, creo que lo han conseguido.

En esta entrega, encarnamos en primera persona a Amanda Ripley, la hija de Ellen Ripley, después de quince largos años desde la desaparición de su madre.

Amanda se irá encontrando con una serie de circunstancias aterradoras que ha de superar si quiere continuar con la búsqueda de su madre, la cual le advierten al principio que la han encontrado después de tanto tiempo. Primará usar el ingenio y la paciencia

Empieza la película

Arranco el juego, y la primera impresión es que va a comenzar una película. Otra película de Alien, con su correspondiente introducción de cortinilla “20th Century Fox” mostrándose sobre la orquesta que la presenta. Empieza a sonar esa melodía que sabes, por experiencia, que te anticipa por lo menos casi un par de horas de tiempo ocioso por delante que nos recuerda a ir sacando las palomitas del microondas. Y en este caso, tendremos bastantes más que un par de horas.

Te recibe una primera pantalla de menú que, en mi caso, no he podido evitar dedicarle unos segundos a intentar perderme en detalles. También es cierto que sólo han sido unos segundos porque me parecía más productivo empezar cuanto antes a perderme en detalles pero dentro del juego, y no esperar más mirando la portada de libro cuando puedo leerlo.

Salimos de una cápsula de sueño, acabamos de despertarnos, y sólo estamos nosotros en la sala. Acabo de empezar el juego, así que todavía no hay ningún tipo de olor a alarma. Comienzo a explorar el mapa, la zona donde nos encontramos, y vaya, cuánto pasillo.

Yo personalmente me ubico terriblemente mal por norma general, y lo primero que pensé fue: “ya verás cuántas horas pierdo caminando en círculos absolutamente convencida de que estoy avanzando”. Luego ni tan mal, porque todos los caminos llevan a Roma. Hay una inercia en el juego que te ayuda a no desencaminarte y a reencontrarte fácilmente. Vale, inercia y un mapa de la zona que tardé treinta minutos en descubrir.

En este juego no contaremos con autosaves

Algo que me ha llamado la atención es el método de guardado. Nos han acostumbrado a una forma de salvar muy cómoda, teniendo normalmente dos posibilidades de no perder nuestro avance: los autosaves con los pasos de pantalla, o de cinemáticas en la historia, etc., y las “estaciones” de guardado.

En Alien sólo nos encontramos con esta segunda opción, que en las primeras fases de la partida no supone demasiado problema, pero teniendo en cuenta las situaciones que tendremos que ir superando en las siguientes, este método no es precisamente el más tranquilizador. La verdad es que es algo que he echado en falta, y que me hubiese venido estupendamente para no hacer cincuenta millones de veces la misma fase.

Pero tengo que hacer una mención especial a la inmersión en la atmósfera: increíble. El sonido ambiente, los efectos sonoros, la sensación general caminando por las estructuras te obligan, quieras o no, al vilo. Primera impresión de gráficos bastante buena, y en el menú tenemos la opción de subir o bajar el granulado a la imagen. De serie viene al máximo y así lo he dejado, ayuda bastante a crear el ambiente de su referente cinematográfico. Y si juegas a oscuras, la presión e incertidumbre se multiplica por cuatro, y esa inmersión en el espacio no desentona para nada con la jugabilidad.

Jugabilidad y posibilidades

Los controles son cómodos, es una jugabilidad relativamente sencilla. Amanda ha de abrirse paso en esta aterradora aventura sin hacer camino a base de balazos. Nada de eso. Aquí prima usar el ingenio, la paciencia, y una parte estratega que es clave si queremos sobrevivir, equipados con artefactos que iremos consiguiendo según vayamos avanzando y un imprescindible aliado y compañero: un detector de movimientos.

Estos artefactos los creamos con objetos que están repartidos por los escenarios, dentro de la parte inventario los combinaremos y crearemos lo que sea que nos pueda hacer falta.

No te servirá de nada escapar corriendo como una gacela En los más comunes se convertirán los que nos sirven como distractores: el objetivo constante durante todo el juego es básicamente pasar desapercibido, y el uso de estos objetos nos ayudará para ello.

Podemos hacer granadas cegadoras; crear artefactos sonoros que emiten un ruido atrayendo a quien pueda andar por ahí cerca; cócteles molotov; detonadores… Y por supuesto, soluciones que nos inyectan vida. Es bastante fácil evitar que nuestro personaje pierda salud, ya que sólo hay que andar con ojo y no vi muchas opciones de existir un término medio a estar vivo o estar muerto, porque nuestros enemigos son bastante letales. Y con algunos puedes escapar corriendo, pero con otros no es una opción.

Con “otros” me refiero al alien, claro, con quien no te servirá de nada escapar corriendo como una gacela.

Eso sí, tendremos en todos los escenarios objetos donde poder escondernos, que son fundamentalmente taquillas verticales y cajas de archivos. Estando escondidos podemos consultar el detector de movimiento, pero OJO, porque si tienes a la bicha cerca te podrá escuchar respirar, o verte a través de las rendijas.

Aguantar la respiración y moverte dentro del limitado espacio de la taquilla podrá salvarte la vida en varias ocasiones, y esto será fundamental cuando, como hemos comentado antes, hayas hecho bastantes avances en la historia y todavía no hayas podido encontrar una estación de guardado para quedarte tranquilo, y la muerte a parte de suponer la propia muerte, también supondría volver a repetir todo el avance que hayas logrado y armarse de paciencia. Precisamente esta condición hace que juegues con una tensión plus.

Encontrarás un mapa bastante amplio y libre, que te dejará maravillado

No hay mucha necesidad de exploración. Puedes ir directamente a los objetivos que te van marcando sin demasiado miedo a perderte algo crucial. Eso sí: si te pones a investigar, lo que te encontrarás es un mapa bastante amplio y libre, que te dejará maravillado. Podrás encontrar adhesivos, sensores, accesorios que te servirán para crear los artefactos anteriormente mencionados, y también tarjetas identificativas que se te irán guardando en el inventario y podrás ojear cuando quieras (totalmente secundario, no les he prestado casi ninguna atención excepto a las tarjetas que te permiten abrir puertas para seguir avanzando).

Hay “minijuegos” de ingenio para desbloquear ciertas cosas, pero nada de grandes retos intelectuales. Las actualizaciones de misión son bastante claras y todas se te indican en el mapa para que no tengas ningún tipo de pérdida en avanzar, así que si no conseguimos seguir adelante no es por una cuestión de desconcierto, si no más bien por no conseguir pasar desapercibido y que te pillen. Cuanto más progreso del juego vas pasando, más clave es el papel del sigilo.

En mi humilde opinión, el alien tarda demasiado en salir, o bien yo tuve mucha suerte sin encontrármelo hasta pasadas bastantes pantallas. A partir de ese momento, la acción de la historia se va pasando más lentamente, ya que empieza a ser más complejo zafarse por los caminos sin ser descubierto. También es verdad que no es la única cosa de la que tendremos que escapar, y en pantallas anteriores nos enfrentaremos a despistar cyborgs bastante enfadados de vernos.

Experiencia

En este caso en particular, pruebo el juego en la PS4, y la experiencia es excelente. El detector de movimientos emite su propio sonido, y el mando brilla según la acción que estés realizando. Los bips de pasos que se acercan activan la vibración del mando, los sentidos se agudizan y las pupilas se te contraen como el gato que está apunto de cazar una mosca que nadie más ve. Te sientes dentro del juego, consigue atraparte y hacer que te centres. Que pienses.

Pero por otra parte hay algo que me decepcionó un poco: cogí el juego con muchas ganas y dispuesta a pasar un terror absoluto, y no es que mis sustos no me haya llevado, también he pasado nervio puro en algunas situaciones, pero me ha decepcionado un poco el no sentir verdadero terror. Creo que puede estar relacionado el enemigo.

Hace años, Alien ponía muchos corazones en muchos puños, era algo nuevo, desconocido y con mucha mala leche. Pero hoy en día, a los amantes del terror nos han puesto a prueba con monstruos mucho más salvajes e intimidantes, más desagradables, espeluznantes, y también más inteligentes.

En este caso es el archienemigo por excelencia teniendo en cuenta que estamos jugando a un videojuego que se llama ALIEN, así que no puede ser nada más que alien. Pero puede encontrarse mucho más encanto en el remember que recreas viéndote en la misma situación que va viviendo la protagonista Amanda, que el hecho en sí del tipo de enemigo al que te tienes que enfrentar. No es una crítica salvaje, simplemente han pasado treinta y cinco años desde la primera vez que se asomó este personaje extraterrestre, es normal que ya no impresione de la misma manera.

Conclusión

Alien Isolation es un juego de disfrutar. Te puede gustar más o menos el terror, te puede resultar indiferente este género e igualmente darle una oportunidad y meterte por completo la historia y creo que no te decepcionaría. Es una muy buena adaptación teniendo uno como referente la película de Ridley Scott, tanto que pocas formas más se me ocurren de poder hacerlo mejor en este caso trasladando casi la misma trama a un videojuego, y el sabor de boca que deja en general es agradable.

Es cierto que aunque los gráficos son muy buenos, los reflejos excepcionales y el efecto de humo magnífico, no me dio la misma impresión con el monstruo en sí, que da un poco esa sensación de plastiquillo si lo comparamos con los escenarios por donde caminamos.

También en algún momento me encontré mirando por una ventana al espacio exterior, y me topé con una estrella demasiado marcada como foto fija que desmoronaba el realismo, pero que ni siquiera se ve si no juegas como yo a ser Dora Exploradora, así que podemos considerarlo una nimiedad.