El anuncio de la dimisión de Steve Ballmer cogió por sorpresa al mundo de la tecnología. Y, a pesar de que tanto el directivo como Microsoft aseguraron que fue una decisión del todavía CEO de la compañía, lo cierto es que hay muchas dudas, pues nadie tiene claro que la decisión provenga de Steve Ballmer. Sin embargo, tampoco está claro que le hayan obligado.
En la propia carta de despedida que el jefe mandó a los empleados de Microsoft aparece la primera pista. El plan de Ballmer era jubilarse, sí, pero quería hacerlo más tarde. Esto habría hecho que su marcha coincidiese con el proceso de reestructuración de la empresa, lo que habría repercutido de forma negativa en el mismo. Tiene lógica, sin duda, pero no hay que olvidar que este proceso ya ha comenzado.
Según información obtenida por AllThingsD, este cambio de planes se debió tanto a Steve Ballmer como a la junta directiva de Microsoft, de la que es miembro el que hasta este momento era el principal defensor de Steve, Bill Gates. Eso sí, la decisión no estuvo motivada únicamente por los cambios en la compañía, sino también por los problemas de la misma. La personalidad del directivo también pudo tener que ver.
Y es que en estos días se ha hablado mucho de la relación entre Steve Ballmer y el fundador de la empresa para la que trabaja. Los pocos halagos entre ambos en sus declaraciones oficiales han hecho surgir muchos rumores. Ballmer no menciona a Gates y éste apenas dedica palabras a su 'pupilo'. No obstante, también es muy probable que no se hayan hecho porque Ballmer todavía es el CEO y lo será hasta que se haya designado un sucesor. Una vez que esté fuera deberían venir los agradecimientos.
Lo que sí han confirmado a AllThingsD fuentes internas de Microsoft es que Gates no trató de persuadir a Ballmer cuando le contó su idea de dejar su puesto de forma anticipada. Es más, consideró que era algo bueno. Esto choca con el plan de reestructuración que se está llevando a cabo, que debía tener al directivo como figura central. En cualquier caso, Gates no instigó la salida.
Tampoco parece que el motivo hayan sido los resultados financieros de la compañía, ya que una firma de este tamaño no toma este tipo de decisiones tras un mal trimestre, especialmente si fue un período en el que no todo fueron malas noticias. Tal vez Microsoft haya hecho varias cosas mal en estos últimos años, pero también ha tenido aciertos, como Windows 7 o la adopción de la nube.
Por lo tanto, tiene sentido que la decisión de marcharse la haya tomado Steve Ballmer y esto es lo que aseguran las fuentes oficiales y las no oficiales. La duda es por qué lo ha hecho de forma tan repentina y, sobre todo, por qué nadie se ha opuesto.