El uso de los dominios .xxx para sitios web pornográficos es un tema con bastante historia. Sin embargo, el debate ha resurgido después de que este viernes, la ICANN --organismo que regular las direcciones IP-- aprobara un contrato con ICM Registry para operar los .xxx, los cuales se esperan que lleguen a la red en los próximos meses.

La aprobación de los .xxx se remonta hasta 2005. Sin embargo, los grupos conservadores de Estados Unidos comenzaron a ejercer presión para que la extensión no saliera en uso comercial. La ICANN mandó a revisión el caso, lo que terminó por congelar la iniciativa durante varios años. Tras muchos intentos por revivir el dominio, finalmente en febrero de 2010 se dio el paso para iniciar su venta.

Contrario a lo que podría pensarse, en esta ocasión los principales opositores a la medida son las mismas casas productoras de entretenimiento para adultos. Una coalición de estas empresas se ha unido a los conservadores para evitar que los .xxx sean utilizables. ¿Por qué? Las razones principales son dos:

  1. La industria de la pornografía está preocupada porque los gobiernos censuren el dominio, lo que provocaría pérdidas millonarias.
  2. Los productores están molestos porque, aunque se opusieran a usar un .xxx, tendrían que registrar el nombre de sus sitios en este nuevo dominio para protegerlo.

Ambas razones son muy válidas para los sitios, pues en los dos casos, la industria de la pornografía se ve afectada. Por un lado, provocan que sus páginas web puedan ser filtradas de manera más sencilla; y por el otro, se abre la puerta para que muchos "clones" se aprovechen del momento para valerse del nombre de un sitio reconocido y llevarnos a uno apócrifo. Algunos, incluso, tachan a la medida de inútil y tautológica:

Al final, .xxx probablemente no importe mucho para cualquiera en la cultura porno occidental. El nuevo desarrollo en la aprobación de un .xxx es que sólo "la industria oficial del entretenimiento para adultos" puede registrar un costoso dominio .xxx. (...) Piénsalo, en una cultura donde nadie puede ponerse de acuerdo con una definición única de pornografía, ¿cómo será definido un "entretenimiento para adultos oficial"? A menos que el criterio para ser considerado como pornografía "oficial" sea usar un dominio .xxx.

Por supuesto, el problema va un poco más profundo. Hace unos meses, Alan explicó sobre la propuesta de Peter Sunde --co-fundador de The Pirate Bay-- de deshacerse de la ICANN para descentralizar la red. Pero en lo que eso ocurre, los interesados en mantenerse vigentes en el negocio de la pornografía tendrán que apartar algunos dólares (de 75 a 100, para ser exactos), pues no parece que la ICANN vaya a arrepentirse esta vez.

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