La contaminación por plástico en nuestros mares y océanos ha impactado a tal punto en estos ecosistemas que algunos animales ya tienen plástico en sus cuerpos. Un nuevo estudio, publicado esta semana en Sciencedirect, encontró partículas y fibras de polímero en las grasas y pulmones de mamíferos marinos.

Los mamíferos marinos consumen grandes cantidades de partículas microplásticas. Lo hacen a través de presas que han consumido objetos de este material o directamente de los residuos tirados al mar. El estudio en estos animales sugiere que los microplásticos pueden viajar fuera del tracto digestivo y alojarse en los tejidos.

«No solo están ingiriendo plástico y lidiando con los pedazos grandes en sus estómagos, también están siendo interiorizados», dijo en un comunicado Greg Merrill, autor principal de la investigación y estudiante graduado de quinto año en el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke, Estados Unidos. «Alguna proporción de su masa ahora es plástico».

El equipo de científicos obtuvieron muestras de 32 animales varados o recolectados entre los años 2000 y 2021, en Alaska, California y Carolina del Norte. Un total de 12 especies están representadas en los datos. Entre ellas, una foca barbuda, delfines nariz de botella y varias ballenas gris.

El 68% de todos los mamíferos marinos analizados tenía partículas de plástico microscópicas. El polietileno, un componente de los envases de bebidas, fue uno de los materiales que más se encontró en estos animales. También, las fibras de poliéster, empleado en la fábrica de textiles.

Ilustración del estudio del consumo de plásticos en mamíferos marinos.
El estudio en mamíferos marinos se basó en muestras en tres tipos de grasa y tejidos de pul,ones.

El riesgo para los humanos del plástico en mamíferos marinos

El estudio tomó muestras de cuatro tejidos: en tres tipos de grasas y pulmones. El plástico se detectó en todos. Las partículas en estos tejidos oscilaron en promedio entre 198 micrones y 537 micrones. Para poner en perspectiva, un cabello humano tiene un diámetro de aproximadamente 100 micrones.

Merrill explica que las piezas de plástico también pueden desgarrar y desgastar los tejidos. «Ahora que sabemos que el plástico está en estos tejidos, estamos analizando cuál podría ser el impacto metabólico», agregó el investigador.

Hay también un riesgo tóxico, para estos animales y, eventualmente, para los humanos. «La exposición podría ser directa a través del consumo», dice el reporte. Ya sea porque algunas personas se alimenten de este tipo de mamíferos o porque estén consumiendo las mismas presas que estos animales.

Merrill prepara una siguiente etapa de su investigación, en la que utilizará líneas celulares cultivadas a partir de tejido de ballena biopsiado. El objetivo es realizar pruebas de toxicología de partículas plásticas.

Un artículo de 2022, publicado en Nature Communications, estimó que las ballenas azules, las criaturas más grandes de la Tierra, están ingiriendo 10 millones de piezas de microplástico todos los días. Estos animales podrían estar tragando el equivalente a 43 kilos de desechos plásticos.

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