Un reportaje exclusivo publicado en The Verge revela el próximo gran plan de Google para estabilizar su montaña rusa en el mundo de la mensajería. Se llama Chat, y para derribar la barrera de iMessage y WhatsApp, cuentan con un poderoso aliado: los operadores.

Chat no es una aplicación nueva. En realidad, es un nombre comercial del sistema RCS, una tecnología de comunicaciones que empresas del sector (y operadoras) han impulsado como reemplazo de los tradicionales SMS. De hecho, Chat podría definirse como una versión moderna de los SMS: permite mensajes de texto, compartir imágenes a gran resolución, crear conversaciones de grupo y muchas otras características que iMessage y WhatsApp han ofrecido durante años —y los SMS no—.

Chat es una versión moderna de los SMS. Las operadoras participan y las tecnológicas implementan. Eso sí: nada de cifrado punto a punto (como WhatsApp y iMessage).

En Android, **el sistema Chat vivirá dentro de la aplicación de mensajería del sistema (Android Messages)**. Su funcionamiento será similar al de iMessage. Si envías un mensaje a otra persona (y esta tiene un teléfono y una red compatibles con Chat), obtendrá una versión enriquecida del mensaje. Si el teléfono receptor no es compatible, recibirá un convencional SMS.

Pero Chat, a diferencia de Allo y Duo, no es un servicio de Google. Ellos han contribuído al desarrollo de la tecnología (y lo implementarán en Android), pero Chat, en realidad, es un sistema universal que se basa en la tecnología RCS. Funciona sobre la red de datos y requiere que los operadores implementen el servicio en sus redes —a diferencia de iMessage y WhatsApp—.

Telefónica, Vodafone, Orange, AT&T... Todos los grandes operadores del mundo están en el caro del RCS.

A nivel global, ya son 55 los operadores que apoyan este sistema como reemplazo de los tradicionales SMS. También hay 11 fabricantes de dispositivos y dos distribuidores de sistemas operativos: Google y Microsoft. Apple, por el momento, se mantiene al margen de RCS y Chat.

En la progresiva adoptación de Chat, *Google ha dejado de lado a Allo***, su propio servicio de mensajería. Anil Subharwal, en el reportaje exclusivo de The Verge, explica que la compañía ha “pausado” el trabajo en torno a este sistema. No se aplica la misma frase a *Duo, el servicio de videollamadas que complementa a Allo* y que sí continuará evolucionando.

Google y los operadores se unen ante un enemigo común

Unsplash.

Tanto los operadores como Google han visto cómo WhatsApp y iMessage se instauraban como las plataformas de mensajería por defecto. Los SMS quedaban a un lado y propuestas como Hangouts y Allo se relegaban en un lugar completamente secundario.

Pero “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, y Google, ante el continuo fracaso en el campo de la mensajería, ha buscado la alianza con los operadores para poder competir con los reyes del sector.

Tanto Google como los operadores han intentado adaptarse a la nueva era de la mensajería, pero ningún esfuerzo ha sido fructífero.

El mismo lienzo se puede trazar en el bando de los operadores. Los SMS siguen vivos —especialmente en países como Estados Unidos—, pero su relevancia es completamente secundaria. En España, empresas como Telefónica impulsaron sus propias aplicaciones de mensajería durante los años en los que WhatsApp arrasaba cual tráiler de mercancías. Pero todos los esfuerzos fracasaron. Y los operadores acabaron resignados a la expansión de WhatsApp y iMessage.

RCS, el nuevo protocolo de mensajería instantánea, representa una nueva esperanza para ambos bandos. Pero deshacer el hábito de los más de 1.000 millones de usuarios de WhatsApp y iMessage es una dura carrera de fondo que quizá no resulte tan exitosa como muchos esperan.

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