Bill Gates lleva desde el 2008 dedicándose a tiempo completo a la fundación que crearon él y su mujer, Fundación Bill y Melinda Gates, dedicada a reequilibrar las oportunidades en educación y sanidad a nivel local, especialmente en las regiones menos favorecidas. Escribió en su blog sobre uno de sus próximos retos: la energía.

Fue el pasado mes, durante un viaje por Europa cuando el empresario mencionó que invertiría $1.000 millones en tecnología de energía limpia en los próximos cinco años. Es un gran incremento comparado al resto de inversiones en las que ya participa. Lo hace porque cree que en el próximo lustro se descubrirán numerosos avances para frenar el cambio climático.

Ya en 2010, el cofundador de Microsoft, advertía en su charla TED 2010 sobre la necesidad de la humanidad de alimentar todos los sectores de la economía con fuentes de energía libres de emisiones de carbono.

Lamenta que, en materia preventiva contra el cambio climático, su inversión importará muchísimo menos que las decisiones que tomen los gobiernos. En Europa, explica, que tuvo la oportunidad de conversar con varios líderes políticos y qué pasos les animó a que diesen.

Lusaka, Zambia. Fuente: Shutterstock.
Lusaka, Zambia. Fuente: Shutterstock.

Gates asegura que el cambio climático afectará, sobre todo, a los países más pobres. Las altas temperaturas, y un clima menos predecible, dañarán la producción agrícola, de la que tantas personas del tercer mundo dependen. Poblaciones que viven ya al límite y no podrían sobrevivir a estos cambios. La producción de alimentos podría reducirse. El hambre y la malnutrición podrían crecer.

Sería injusto que los no causantes del cambio climático, sean los que paguen sus más severas consecuenciasSería, según el texto de Gates, una terrible injusticia que dejáramos que el cambio climático deshiciese todo lo logrado en los últimos 50 años de progreso contra la pobreza y la enfermedad. Sería doblemente injusto porque los que pagarían más severamente las consecuencias han sido los que en menor medida causaron el problema.

Además de mitigar el cambio climático, una energía limpia y asequible nos ayudaría a luchar contra la pobreza. Aunque la fundación Gates no financia la investigación energética, aclara que sus inversiones personales son diferentes, observan, a través de su trabajo con los más pobres, cómo el alto precio de la energía les afecta enormemente en todos los ámbitos: costes de transporte, electricidad, fertilizantes y muchas otras cosas totalmente necesarias.

Pero el filántropo estadounidense ve alentadores progresos que acompañan su batalla en el ámbito climático y energético. Cree que hay que dar crédito a los ecologistas por lograr que la lucha contra el cambio climático esté en las agendas de muchos gobiernos del mundo. Muchos países se están comprometiendo a poner en marcha políticas reflejo del gran impacto de los gases de efecto invernadero. También señala que el costo de las células solares fotovoltaicas se ha reducido en casi un 90% en la última década, y las baterías que almacenan energía creada por fuentes intermitentes como la solar y la eólica son cada vez más potentes y menos costosas.

En este último apartado cabe destacar a Tesla y Panasonic en el desarrollo de las baterías, una de las partes más importantes de la empresa de Elon Musk.

Hablando de los EE.UU., desde 2007 se han reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero casi el 10%. Desde 1990, Alemania ha reducido sus emisiones del sector de la energía en más del 20%.

En la agenda del famoso multimillonario está marcado diciembre. Se celebrará una cumbre, COP21, entre los principales "líderes del mundo" en París, donde discutirán cómo reducir las emisiones globales de CO2. Para Gates la COP21 es potencialmente un paso adelante para solventar la crisis climática en la que estamos envueltos. Asegura firmemente que necesitamos algo más.

Gates relata los objetivos y los problemas que encontramos para solventarlos. El consenso científico, transcribe Gates, es que para prevenir los peores efectos del cambio climático necesitamos limitar el incremento de temperatura global en 2º C, lo que implica que los mayores emisores reduzcan las emisiones en un 80% para 2050 y que, para finales de siglo, se eliminen completamente.

Shutterstock
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Lamenta que, desafortunadamente, aunque podamos realizar progresos con los avances actuales, no podemos llegar a una reducción del 80%, mucho menos a una del 100%. El principal problema ahora es que las tecnologías solares y eólicas que permiten generar energía necesitan energía de repuesto, es decir, combustibles fósiles para los días nublados, los días sin vientos y las noches. También requieren muchísimo espacio e inversión inicial. Para producir la misma cantidad de energía eléctrica una granja eólica necesita ser 10 veces más grande que una mina de carbón.

Son problemas con solución si favorecemos la investigación.Bill Gates cree que son problemas con solución si creamos un entorno adecuado para la innovación. Podremos acelerar el ritmo del progreso, desarrollar e implementar nuevas soluciones y, eventualmente, proveer a todos de una energía fiable y asequible que no dependa de combustibles fósiles. Podemos evitar los peores escenarios del cambio climático mientras ayudamos a combatir la pobreza mejorando la eficiencia de la producción agrícola, salvando vidas y reduciendo las emisiones.

Para crear el futuro que Bill Gates propone se han de dar estos tres pasos:

Incentivar la innovación

El primer paso para cambiar el mundo según Gates es establecer las bases para la innovación, aumentando drásticamente la financiación gubernamental destinada la investigación de soluciones de energía limpia. En este momento, el mundo gasta sólo unos pocos millones de dólares al año en la investigación de ideas, en fase inicial, sobre energía libre de emisiones. Necesitamos que se invierta el doble el triple de esa cantidad.

¿Por qué deberían los gobiernos financiar la investigación básica? Por la misma razón que las empresas no suelen: porque es un bien público, afirma Gates. Los beneficios para la sociedad son mucho mayores que la cantidad que el inversor podría ganar. Uno de los mejores ejemplos es la creación de la Internet. Cree que ha dado lugar a innovaciones que continúan cambiando nuestras vidas, pero ninguna de las empresas que prestan dichas innovaciones las habría construido nunca. Del mismo modo, la investigación del gobierno en la fractura hidráulica ayudó a crear boom del gas natural de hoy.

La inversión de los gobiernos incentivará la llegada de capital privadoIncrementar el apoyo de los gobiernos a las investigaciones en materia de energía nos liderará, cree Gates, a dar otro paso muy importante: atraer más capital privado a las inversiones. Conforme las ideas progresan, el capital privado ayudará a las compañías a trasladar sus ideas al mercado. Necesitamos, dice el cofundador de Microsoft, cientos de empresas trabajando en miles de ideas, incluso las que suenen ridículas. Nadie sabe qué avance tecnológico tendrá la capacidad energética suficiente además de ser fácilmente escalable. Tenemos que explorar todo.

Las inversiones personales de Bill Gates incluyen compañías trabajando en nuevos tipos de baterías y otros métodos de almacenaje y avances en la tecnología de energía solar. También ha invertido en la energía nuclear, acorde a sus esperanzas sería más segura que los diseños previos y resolvería su gran problema: los residuos. Habla de Terrapower: los reactores de TerraPower no estarían alimentados por uranio enriquecido, que es la materia prima usada por los reactores tradicionales, sino por uranio empobrecido, el residuo de las centrales actuales.

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Asegura haber pasado mucho tiempo con los CEO y los científicos de esas compañías, discutiendo cómo crear un negocio sobre una idea innovadora y cómo trasladarlo al mercado. Si los recursos gubernamentales destinados a este menester abriesen las puertas de la innovación, Bill Gates expandirá sus inversiones y cree que muchos otros inversores le seguirán asumiendo riesgos.

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Gates advierte a los gobiernos: "necesitan actuar rápido, porque las transiciones energéticas son lentas". Por ejemplo, a día de hoy, tal y como señala, las energías renovables son solo un 5% del total. El petróleo tardó 40 años para pasar de un 5% del total al 25% actual. El gas natural tomó más tiempo incluso. Aun así, Gates cree que estamos en un periodo de transiciones más rápidas porque el ritmo innovador está en constante aceleración y porque antes no tuvimos nunca la urgencia de cambiar de fuente de energía.

Desarrollar mercados que ayuden a llegar a cero emisiones de carbono

Otro de los pasos importantes según Gates es asegurar que el mercado de la energía refleje con precisión el impacto total de emisión de carbono. Hoy en día el mercado no toma en cuenta lo que los economistas llaman "externalidades negativas": costos en la salud pública, daños al medio ambiente, etc. Si el mercado tomara eso en cuenta, la energía renovable sería mucho más competitiva frente a los combustibles fósiles. Esto atraería a más innovadores a este campo.

"El FMI estima que las subvenciones directas destinadas a los combustibles fósiles llegan a la suma de $500.000 millones al año"

Podemos ser más inteligentes, así lo cree Gates, sobr

e cómo utilizamos subsidios. El FMI estima que las subvenciones directas destinadas a los combustibles fósiles llegan a la suma de $500.000 millones al año en todo el mundo, liberando a los consumidores de su verdadero costo. Por si fuera poco, muchas de las ayudas para energías renovables son tremendamente ineficientes según las observaciones de Gates. Se crean incentivos para instalar paneles solares donde no hace sol, o turbinas de viento donde no hace viento. Debemos encontrar formas de reducir esos subsidios e invertir en I+D que ayude a solventar este problema.

Tratar a los países pobres justamente

Crisis alimenticia en Sahel, región del Chad. Brendan Bannon.
Crisis alimenticia en Sahel, región del Chad. Brendan Bannon.

Aunque la casi utopía que nos presenta el señor Gates de un mañana sin emisiones de carbono, aclara que algunos cambios en el clima son inevitables y que golpearán muy duramente a los países más pobres. Los países desarrollados, los mayores responsables de este problema, tienen, acorde al texto de Gates, la responsabilidad no sólo de invertir en mitigar el cambio, sino de ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse.

La fundación Gate se está centrando en uno de esos ámbitos: ayudar a los pequeños agricultores, el oficio de la mayoría de la población más pobre, luchar contra el cambio climático haciendo su producción más eficiente.

Podemos crear un futuro libre de emisiones de carbono, si nos comprometemos a ello.

Gates es optimista. El foco de la convención COP en Paris será ayudar a los gobiernos a incrementar sus fondos de investigación. Bajo su punto de vista, la innovación es esencial para el progreso humano. Cree que muchos de nosotros diremos que es el cristal sobre el que ve cualquier problema, y admite que seguramente estemos en lo cierto. Mas cree que su pensamiento está justificado por la historia.