El fabricante Xiaomi ha comenzado a hacer dispositivos en Brasil, así lo ha afirmado un ejecutivo de la firma este martes. Informó de ello Brad Haynes para la agencia Reuters.
El objetivo sería evadir los altos costos a los que se enfrentan por los aranceles a la hora de importar dispositivos desde China. Esto genera un alto sobreprecio que ha desacelerado la adopción de sus smartphones en el país.
También ha anunciado la puesta a venta de su Redmi 2 por 499 reales brasileños, unos $160.45 al cambio actual, a partir del 7 de julio. El movimiento lo convertiría en el primer país fuera de Asia donde venderían smartphones, tras la apertura de su tienda online en occidente.
Los dispositivos serán ensamblados en Brasil bajo el contrato de la multinacional taiwanesa Foxconn, reconocido mundialmente por ser el fabricante elegido por Apple para producir sus iPhone desde el 2011. El problema será mantener esos precios bajos aunque se fabriquen de forma local. Un iPhone libre cuesta en Brasil más de $1.000, comparado a los menos de $700 que cuesta en los Estados Unidos. Incluso smartphones de gama entrada como el Moto G de Lenovo se venden entre un 30 y un 40% más caros pese al menor poder adquisitivo del ciudadano medio brasileño.
Poder fabricar smartphones en Brasil puede abrir las puertas al fabricante a expandir su negocio y cuota en un mercado inmenso y en desarrollo como es Latinoamérica.