Volvemos con el grafeno. Ayer te contaba noticias reales y para hoy quiero hablar del futuro, o mejor dicho, de soñar con el futuro. ¿O acaso no soñamos con autonomías de 1.000 kilómetros, precios asequibles y tiempos de recarga mínimos? Y a todo esto, tenemos que ponerle el sello de: Hecho en España. Hablemos del último avance en este campo realizado por la Universidad de Córdoba.
Y no, no nos hemos vuelto locos al decir que la batería de grafeno podría ser una realidad el próximo año. Una empresa española: Graphenano, y la Universidad de Córdoba han conseguido crear las primeras baterías de polímeros de grafeno. Un hito que no ha pasado inadvertido para los principales fabricantes de vehículos alemanes, que ya se han puesto en contacto con ellos para que comiencen a probarlas en sus vehículos.
El grafeno no solo va a revolucionar el sector de la automoción sino que la informática en general se va a beneficiar de sus propiedades.
Entre las propiedades más destacas del polímero de grafeno es que la densidad energética es mucho mayor, pero además la carga es mucho más rápida, es más barato y pesa mucho menos. Para que os hagáis una idea, la batería de un coche eléctrico convencional tiene una densidad de 180 Wh/Kg y el objetivo para dentro de dos años es que se duplique y alcance los 200 Wh/Kg. ¿Os imagináis que el salto fuera directamente hasta los 600 Wh/Kg?
Y si además hablamos de una reducción muy importante en peso y costes, estamos ante un componente capaz de revolucionar el sector. Este tipo de compuesto permite crear baterías con la mitad de peso que una convencional (por lo que se reduciría el peso del vehículo y su necesidad de energía para moverse) y con unos tiempos de carga que suenan ridículos: 8 minutos para una carga completa. La duración en el tiempo, su degradación, también es mejor que las baterías de iones de litio, de hecho, podrían hasta duplicar su longevidad.
Este mes de diciembre dos fabricantes de vehículos eléctricos comenzarán a realizar las primeras pruebas con estas baterías.
En 2015 los responsables esperan poner en producción la primera planta de producción de celdas de polímero de grafeno en España para que lleguen cuanto antes al mercado estas prometedoras baterías.