Fallout, la nueva serie de Amazon Prime Video, ya está lista para ver la luz. Es uno de los proyectos más ambiciosos de la plataforma para todo 2024, y no es para menos. Se trata de la adaptación de una de las franquicias de videojuegos más populares del mundo. Y además cuenta con Jonathan Nolan como uno de los principales cabecillas del proyecto. El creativo, hermano de Christopher Nolan, es responsable de obras como la Trilogía del Caballero Oscuro o la genial serie Westworld.

La serie de Fallout no es la adaptación de una historia previamente conocida, sino que han optado por narrar algo nuevo. De hecho, será canon dentro de la franquicia post-apocalíptica. En ella se narrarán varias tramas diferentes que acaban confluyendo. Por un lado, está Lucy, una Moradora de Refugio que se verá obligada a salir al temible exterior, dejando atrás su preciosa vida de ensueño. Por otro lado, está Maximus, que forma parte de la Hermandad del Acero y busca ascender y ser reconocido. Finalmente, está el Necrófago, uno de los más temidos de toda la superficie.

Fallout

Fallout da en el clavo al llevar a la pantalla los aclamados videojuegos. Muestra una estética muy visual e inmersiva junto a una historia que, aunque a veces peca de repetitiva y algo irregular, en todo momento se mantiene a flote con unos personajes muy interesantes y un tono perfectamente equilibrado. Es ideal tanto para los fans de la franquicia como para cualquier espectador al que le gusten las historias post-apocalípticas y en tono de comedia y acción.

Puntuación: 4 de 5.

Un mundo único

Fallout

El gran atractivo de Fallout es el vasto y complejo mundo que se presenta. A pesar de estar ambientada en el futuro, la saga cuenta con una inigualable estética propia de los años 50. Pero esta se mezcla con el desolador paraje provocado por el apocalipsis nuclear que estalló 200 años antes. A partir de ahí, se encuentra el primer gran acierto del proyecto. Es obvio que la serie está pensada especialmente para los fans de los videojuegos. Por ello, hay infinidad de detalles muy cuidados que les harán sumergirse de lleno en esta nueva aventura. Se nota que Nolan forma parte de esa comunidad de jugadores y que ha puesto todo su mimo.

Pero, por otro lado, Fallout también ofrece todas las herramientas básicas para que los espectadores nuevos en la saga sientan que no se están perdiendo nada. Con cuatro pinceladas tan salvajes como precisas, la serie detalla exactamente todo lo que se necesita saber y que el punto de partida sea el mismo para todos. La primera norma es no dejar a nadie atrás. Y así, ya desde el principio, se destierran los miedos de esa audiencia que se mostraba especialmente precavida o desinteresada ante un proyecto que podía haber sido demasiado de nicho.

El gran atractivo que hará que los espectadores no quieran despegar los ojos de la pantalla es esa combinación de lo viejo y lo nuevo que tan bien le sentaba a los videojuegos. Imponentes armaduras robóticas se unen a pueblos destartalados salidos del salvaje oeste con sus respectivos cowboys. Y por debajo de todo ello, los refugios con su estética de mediados del s.XX. Es un universo ambientado después del fin del mundo, curiosamente como la anterior gran adaptación televisiva de un videojuego, The Last of Us. Pero los conceptos no podían ser más radicalmente opuestos.

Fallout

Un diseño de producción exquisito

El segundo ingrediente que hace de Fallout un triunfo también tiene que ver con su mundo. Concretamente con la reconstrucción que se hace de él. Trasladar algo puramente digital como es el videojuego a una serie de imagen real puede dar resultados difíciles de ver. Las posibilidades son mucho más limitadas. Pero Prime Video ha tirado la casa por la ventana y ha puesto a disposición de los showrunners todos los recursos de los que disponían. El resultado es una serie de aspecto magnífico.

Muy pocas producciones, también en cine, logran hoy en día el nivel del que hace gala Fallout en su diseño de producción. En una industria sobresaturada de pantallas verdes y efectos CGI, aquí se opta por lo manual, lo tangible, lo práctico. Y la sensación de inmersión se multiplica enormemente, porque también confiere ese distintivo especial y heterogéneo. Puedes sentirte dentro del refugio o atrapado entre los destrozados edificios de algunas ciudades. Incluso se transmite la impresión de inmensidad infinita en los páramos del Yermo.

Fallout

El tono Fallout

A todo ello hay que sumar ese humor salvaje y descarnado típico de los juegos. Se puede abordar un mundo post-apocalíptico de muchas maneras. De nuevo, The Last of Us es el gran ejemplo reciente. Pero Fallout opta por tomarse mucho menos en serio. Aunque hay momentos serios y dramáticos, también se muestra una violencia tan exagerada y salvaje que hará las delicias de los fans sedientos de sangre. Los momentos de acción son demencialmente brutos y divertidos hasta el punto de que hay golpes que buscan explícitamente sacar una carcajada.

Junto a eso, el tono de comedia gamberra le sienta como un guante. La sociedad se ha ido a pique y lo que ha sobrevivido ha perdido el rumbo por completo. Es un universo loco, perturbado y con unas normas propias. Así que no queda otra que entretenerse viendo a los personajes más reprobables y extraños cometer actos que escaparían a toda lógica. En definitiva, se ha sabido cuándo apretar y cuándo soltar, ofreciendo una serie bastante bien equilibrada.

Fallout

Una nueva aventura

En cuanto a la historia, o mejor dicho, a las historias, Fallout es donde tiene más altibajos. El primer episodio es magnífico, con un ritmo vertiginoso y espontáneo que hace querer ver más. Una presentación magistral. Pero a partir del segundo hay momentos mucho más llanos. En ningún momento se hunde, ni mucho menos, pero la atención se amplifica o se diluye dependiendo de la escena. No llega a aburrir, pero sí que hay ciertos instantes donde la serie parece que se atasca un poco antes de volver a levantar el vuelo y estabilizarse. También hay que sumar diálogos que resultan muy impostados y falsos, incluso dentro de sus propios códigos. Aunque nada de esto impide disfrutar la experiencia.

Entre sus protagonistas, brillan sobre todo Ella Purnell como Lucy y Walton Goggins como el Necrófago. En el caso de la actriz, logra transmitir una inocencia extrema y divertida que el contrasta mucho con el salvaje Yermo. Es el personaje con el que el público se debe identificar, pues es quien se embarca en una aventura hacia lo desconocido y debe aprender a valerse por sí misma. Por otro lado, Goggins representa, a priori, todo lo contrario a ella. Es un sádico sin escrúpulos. Pero Fallout muestra primero todo su drama, de forma que se hace imposible verle como un villano, sino como un hombre extraordinariamente carismático al que el mundo ha embrutecido. La historia de Maximus es quizá la menos interesante, aunque crece conforme avanza.

En definitiva, Fallout es una estupenda adaptación de los videojuegos de los que bebe. Una atractiva presentación de un universo único y muy rico que funcionará tanto en los jugadores experimentados como en los espectadores nuevos. Quizá no sea perfecta pero tampoco necesita serlo porque es entretenida y muy divertida, que es exactamente el objetivo. Y, sin lugar a dudas, es una gran heredera de The Last of Us, confirmando el buen momento que viven a día de hoy las adaptaciones de videojuegos. Si el final de la serie está a la altura, merecerá sin duda una segunda temporada.

Fallout se estrena el 11 de abril en España, la noche del 10 de abril en Estados Unidos y América Latina.

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