En Oppenheimer, el director Christopher Nolan exploró varias de las obsesiones recurrentes en su filmografía. De la bioética a la responsabilidad moral y científica. La ganadora a Mejor Película del año 2024 en los Premios Oscar 2024, es una exploración a través de un complicado escenario histórico, que exige decisiones duras. Mucha más, algunas que terminarán por afectar el futuro del mundo pesimista, tal y como el personaje interpretado por Cillian Murphy lo imagina en la perturbadora escena final. Al fin y al cabo, se trata de haber puesto en las manos de la humanidad, el poder de autodestruirse. O en el peor de los casos, de arrasar con la vida tal y como la conocemos.
Ninguno de los anteriores son temas nuevos en el cine. Aunque sin duda Oppenheimer los explora a partir de la óptica de un poder desconocido, en manos de una sociedad que no conoce sus límites. No obstante, en buena parte de la historia cinematográfica, la responsabilidad moral sobre lo que se inventa o en cualquier caso, lo que se decide es motivo de interés. De políticos que deben enfrentar los sucesos que le sobrepasan, hasta científicos en busca de respuesta a enigmas que podrían salvar vidas. El caso es que Hollywood ha explorado buena parte de las dimensiones del poder y su impacto en el presente y el futuro, con cuidado. Lo que ha dado, como consecuencia, un grupo de interesantes propuestas acerca la moral y la culpa sobre eventos y circunstancias de considerable valor histórico.
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Si te gustó esa premisa de Oppenheimer, te dejamos cinco películas que puedes ver ahora mismo para celebrar su triunfo en los premios Oscar 2024. De un genio de las matemáticas que debió luchar contra el racismo hasta un hombre que intervino para detener las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial. La selección analiza todos los grandes temas de la cinta de Christopher Nolan recientemente galardonada en diferentes perspectivas.
La guerra de las corrientes
Thomas Edison (Benedict Cumberbatch), está decidido a iluminar el mundo. Al menos, llevar su obsesión por todo lo relacionado por la ciencia eléctrica a un nivel redituable y financieramente provechoso. Menos mundano y más interesando en el bien común, George Westinghouse (Michael Shannon), también lucha por crear un sistema que permita que la electricidad sea algo más que un lujo. Eso, en compañía de Nikola Tesla (Nicholas Hoult) y su estrafalaria visión sobre la ciencia.
El trío terminará enfrentado en una batalla de ideas, puntos de vista sociales y tecnología, en medio de la carrera por ser el punto clave de la evolución cultural del siglo XX. La cinta de Alfonso Gomez-Rejon, analiza el poder y la influencia, a través de los pioneros científicos y también, su capacidad para conocer su lugar en la historia. Lo que llevará a uno de ellos, a cambiar el futuro, incluso si eso significa traicionar sus ideales.
La guerra de las corrientes se convierte, poco a poco, en una perspectiva acerca de los hombres e inventos capaces de cambiar al mundo tal y como lo conocemos. Mucho más, la forma en que esos eventos pueden afectar las posibilidades de cada sociedad de encontrar nuevas maneras de brindar prosperidad a los suyos. El punto más duro de toda la película.
Las horas más oscuras
En 2018, el director Joe Wright tomó la figura de Winston Churchill para analizar las tensiones políticas y la forma en que los intereses particulares, pueden afectar las decisiones más importantes. Interpretado por Gary Oldman, el líder inglés llega a la pantalla grande en medio de la presión de dos puntos de vista por completo equidistantes. Recién nombrado en su cargo, debe decidir si pacta con el canciller Adolf Hitler o se enfrenta con su potencial bélico y ejército expansionista.
Corren las primeras semanas de 1940 y Churchill termina por tomar una decisión que teme la historia juzgará, pero Inglaterra comprenderá. La cinta, de la misma manera que Oppenheimer de Christopher Nolan, plantea el dilema de las dos caras de la verdad. Por un lado, el político deberá asumir la carga de culpa de llevar al país a la guerra. Al otro extremo, hacer comprender a quienes le rodean que no hay otra decisión posible.
Entre ambas cosas, la película profundiza en la idea del liderazgo político, a partir de sus puntos más duros. También, el riesgo que equivocarse en cualquier determinación, condene a la población al desastre. Las horas más oscuras, con su ritmo pausado y durísima sensibilidad, analiza el peso de poder en momentos aciagos. Un tema que la cinta de Nolan, lleva a un nuevo extremo.
Interestelar
También de Christopher Nolan, fue el primer acercamiento del director a la idea incómoda sobre tomar una decisión que es inevitable, por encima de los intereses familiares. Cooper (Matthew McConaughey), es un astronauta que, en un futuro distópico, debe abandonar a todos los que ama, por la posibilidad de salvar el mundo.
Al principio, se trata también de una decisión fruto de cierta vanidad. El personaje necesita reencontrar con el impulso intelectual que alguna vez fue todo en su vida. Y lo hará, al viajar al espacio, en una misión en busca de otro planeta habitable para la humanidad.
Pero pronto, y de la misma manera que Oppenheimer, comprenderá que sabía menos de la ciencia real de lo que suponía. En cualquier caso, que jamás esperó que la teoría de la relatividad, pudiera hacer que su vida y la de su hija, se convirtieran en la encrucijada de una paradoja. En contexto de la ciencia pura, Nolan analizar los intereses, valores y al final, el sacrificio que supone un objetivo por el bien mayor. Tópicos a los que regresa en su obra ganadora de un Oscar de la Academia.
Una mente maravillosa
La historia del científico John Forbes Nash Jr. es trágica por necesidad. Siendo uno de los hombres más brillantes de su generación, tuvo que enfrentar, desde muy temprana edad, la esquizofrenia. El padecimiento psiquiátrico no solo alteró su percepción de la realidad. También, le empujó a una vida de excesos y de angustia existencial.
Todo, en un trabajo de campo en el medio de teorías económicas de alto calibre, que solo aumentó la presión su psiquis. Al final, John sufrió una crisis que le envió a una clínica de cuidados y reveló su deteriorado estado de salud mental.
El director Ron Howard tomó lo anterior y lo transformó en una épica sobre la intimidad mental e intelectual de un científico extraordinario. De la misma manera que Nolan con Oppenheimer, el realizador investiga y explora en los dolores de un hombre de inteligencia privilegiada. Pero a la vez, muestra sus puntos más oscuros. El elemento más interesante de la cinta.
Descifrando Enigma
Alan Turing es el padre de la informática moderna y posiblemente, uno de los hombres más influyentes en el mundo de la tecnología. Pero también, era un hombre gay en una época en que serlo, significaba no solo el ostracismo social, sino la muerte. La combinación entre ambas cosas, hizo de su vida una travesía complicada que, finalmente, le llevó a una condena judicial y al suicidio.
La película de Morten Tyldum, analiza a Turing más allá de su tragedia. Pero de la misma forma en que Nolan exploró en el futuro trágico de Oppenheimer, el director no se aleja demasiado de lo que ocurrirá con su protagonista. Mientras Turing trata de resolver el código que la Alemania nazi utiliza parta transmitir sus secretos, tendrá que hacer frente al riesgo que supone su doble vida.
Lo que empujará a un escenario oscuro y despiadado. Con una actuación brillante de Benedict Cumberbatch, es la opción ideal si deseas reflexionar sobre la vida de científicos en medio de momentos centrales de su vida. Tal y como lo hizo la recién ganadora del premio Oscar 2024.