El coronavirus ha tenido un impacto directo en todos los sectores económicos. Algunos con mejor suerte que otros, la realidad es que el del turismo vive sus meses más complicados. Dentro de estos, el trasporte de pasajeros ha visto como sus cifras pre virus de desmoronaban como reflejo de unas calles vacías por el obligado confinamiento. No hay cifras oficiales sobre la mesa. Las grandes compañías, con Uber a la cabeza apuntaban a una caída del 70% del volumen de negocio a nivel globaL; por su parte, Cabify no ha dad ninguna cifra del descenso. El taxi se atrevía a subir el dato a un 80%.

Y la caída de la actividad se ha traducido en un descalabro en las previsiones de un 2020 que prometía ser muy bueno para el sector. Uber, en su presentación de resultados para el primer trimestre del año ya abandonaba sus pretensiones de rentabilidad y marcaba pérdidas récord en los últimos tres trimestres.

Con este panorama llegó el sálvese quien pueda. El taxi, compuesto mayoritariamente por autónomos, se acogió al plan de ayudas propuesto por las administraciones. Uber, con sede en Estados Unidos, iniciaba la reestructuración de la empresa con miles de despidos.

En España, Cabify intentaba buscar salidas para la caída del servicio; de hecho ya anunciaron ERTEs en su plantilla de Madrid. Por un lado, lanzaba el servicio de paquetería –con el consiguiente enfado del sector–. Y hace unos días anunciaban planes específicos para potenciar el área de empresas; en la cuerda floja tras meses de teletrabajo. En contraste con la bajada de la actividad, el unicornio español presentaba los resultados de 2019: un año marcado por los beneficios.

Y en mitad de estas compañías, los negocios VTC que operan para las tecnológicas. Empresas que lanzaron los ERTEs por el 100% de sus plantillas casi desde el primer momento del anuncio del plan de bajas temporales.

Con este panorama, el mundo comienza a dar sus primeros pasos hacia eso que llaman "nueva normalidad". Bajo este contexto, hablamos con Vicente Pascual, chief of ride hailing y cofundador de Cabify, sobre los próximos pasos de unicornio español que tiene que enfrentarse a la seguridad sanitaria y nuevos usos por parte de los clientes.

Cabify

Pregunta: Tras estos meses de parón generalizado, ¿cómo está siendo la vuelta? Ahora estáis anunciando la instalación de mamparas en los vehículos para mantener la higiene...

Respuesta: Llevamos con esto dos meses, por lo que no nos ha pillado desprevenidos. Hemos tomado estas medidas anteriormente, y estamos trabajando para que lleguen más materiales.

Con el estado de alarma justo el tema de las mamparas se complicó un poco, pero confiamos en llegar al 100% de la flota pronto.

Lo que hay que conseguir es ver cómo funciona la demanda ahora porque es distinta. No hay mucha por la mañana, pero despega por la tarde y los fines de semana hemos tenido unos picos sorprendentes. Que no sabemos si ha llegado para quedarse o es que la gente tenía muchas ganas de salir.

P: ¿Qué cambios acusan a esa demanda de "la nueva normalidad?

R: A partir de las 5 de la tarde de la Fase 1, especialmente en la primera semana, hay un boom.

Estamos hablando de cifras casi pre covid. Aún es pronto para saber cómo va a evolucionar, y nuestras principales ciudades (Madrid y Barcelona) de momento van más retrasadas que las ciudades pequeñas.

Lo que se ha visto en pequeñas dimensiones es que la gente, a pesar de no poder ir a bares de madrugada, está socializando en casas de amigos y se está quedando hasta tarde.

P: Con esta situación, ¿cuándo calcula Cabify que se alcanzarán cifras de trabajo pre virus?

R: Depende un poco, en los horarios nocturnos entre semana estamos teniendo más demanda que antes, al menos algunos días.

El usuario particular está ahí, pero el usuario empresa no está volviendo porque muchos teletrabajan y la visita a terceros se ha suspendido.

Hasta septiembre, que es cuando parece que se reactive el uso empresarial, no estaremos en condiciones de ver cómo estamos realmente porque eN la mayoría de los horarios aún falta para llegar a donde estábamos.

P: Las compañías de VTC dependen de vosotros, ¿cómo afecta a esto a la desescalada de los conductores?

R: Una vez que arrancas la desescalada esto va más rápido de lo previsto. Quizá la recuperación iba a ser más en forma de uve y el repunte no ha llegado a eso, pero ha sido significativo.

Eso ha requerido que se sumen flotas rápidamente. Pero lo que necesitan las flotas es que los ingresos lleguen al mínimo para que sea rentable, y con la demanda que tenemos en la actualidad estamos acelerando la entrada de vehículos.

El levantamiento de los ERTEs depende de los partners y de la necesidad que tengan de acelerar los procesos. Estamos viendo mucho interés de operar la flota de manera inmediata. Aunque es cierto que los grandes tienen más margen de maniobra que lo pequeños.

cabify

Cabify y la vuelta al trabajo, pero con seguridad

Las mamparas son un viejo conocido del sector del transporte y, por supuesto, del sector del taxi durante los picos de inseguridad y robos generalizados a los conductores. Con el tiempo, la mayor parte de ellas terminaron olvidadas en trasteros por su incomodidad tanto para el conductor, como para el cliente.

Ahora vuelven, pero con una utilidad que nunca imaginaron: evitar el contagio del virus que ha mantenido al mundo en vilo.

Por su parte, Cabify anunció la instalación de esta estructura en sus coches. De momento llevan el 50% de la flota en activo, pero quieren llegar al 100% tanto para taxis –operando a través de la aplicación desde 2019 tras el cambio de normativa–, como para VTCs.

Pregunta: La búsqueda de material de prevención ha sido una de las tareas más complicadas estos meses. ¿Cómo ha resuelto Cabify este tema?

R: La oferta de proveedores disponibles se ha ampliado bastante y ahora es más sencillo encontrar elementos.

Pero hemos tocado muchas puertas hasta que hemos conseguido encontrar gente que tenía suficiente volumen de gel y material.

Hacemos grandes pedidos, pero tampoco requieren fletar un avión. Hasta abril ha sido sencillo el tema de las mamparas, porque la gente no tenía claro qué era necesario. A partir de ahí ya se ha complicado. Pero cuando encontramos los proveedores ya fue sencillo.

P: En varios comunicados decís que Cabify implantará medidas de seguimiento para hacer que los conductores cumplan con las normativas (mascarillas, limpieza...). Con las preguntas a los clientes es sencillo, pero cuando no haya ¿cómo se vigila todo?

R: La mayor parte de los vehículos forman parte de flotas de gran tamaño donde cumplir estos protocolos no es que sea sencillo, pero sí es obligatorio.

Partiendo de que tenemos esa capacidad de que las instrucciones se apliquen a flotas grandes, estamos en disposición de ejecutarlo casi al día siguiente.

Igualmente en España es más sencillo, pero en Latinoamérica es más complejo.

P: ¿Esta previsto que esto sea una medida permanente? La instalación de mamparas y las mascarillas son elementos poco estéticos e incómodos...

R: A priori es un elemento temporal, más que nada el diseño está pensado para que sea temporal.

Dicho esto, no sé si será necesario a largo plazo en España porque son incómodas. Pero quizá en Latinoamérica sí sea algo interesante a largo plazo por el tema de la seguridad.

Si dentro de 6 meses no hay necesidad se quitarán. Si hay recomendación de las Administraciones de mantenerlas, se quedarán y si hay que implantar otra medida se implantará.

Aplicación móvil de Cabify

El tema de la inversión en un 2020 complicado

Cabify cerraba 2019 con números verdes. La primera vez en su historia y adelantándose al otro gigante del transporte: Uber.

2,7 millones de euros que permitieron a la tecnología made in Spain entrar en 2020 con algo de desahogo. Luego llegó la Covid-19 y cambió todo lo que había sobre la mesa y la idea de un nuevo año con buenos ingresos. Con todo, el virus ha venido no solo con pérdidas, sino también con nuevos gastos bajo el brazo. Cabify declara que ha hecho una inversión de casi 60.000 euros.

Pregunta: 2019 fue un año muy bueno en cuentas para la compañía, ¿cómo planteáis que quizá no se alcance de nuevo la rentabilidad en 2020?

R: Esta inversión es necesaria porque queremos ser la aplicación seguRA de transporte. Es lo que creemos y lo que hemos tratado de construir.

Esta situación llegó con los deberes hechos. El Q4 tenía mucho trabajo detrás. No nos preocupa alcanzar la rentabilidad este año ni estamos en una situación en la que nos preocupe no volver a este camino este año.

P: Pese a la inversión por vuestra parte, ¿los conductores tienen que pagar algo para la instalación de mamparas?

R: Depende un poco, estamos haciendo una inversión bastante grande. Depende del país y de los elementos cubrimos todo o una parte. Las EPIS las cubrimos nosotros y las mamparas estamos cubriendo a algunos de nuestros conductores y a otros se la proporcionamos cofinanciación.

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