El hombre es un animal de imitación. Se suele decir que no hay nada realmente original, sino que todo tiene su origen en reinterpretaciones y mezclas de ideas ya asentadas que dan paso a nuevos productos, arte, etc. Las empresas tecnológicas en general y las redes sociales en particular son un buen ejemplo, y el más llamativo en los últimos meses es Facebook, que se ha tomado su venganza personal por el "no" a la compra de Snapchat llevando (y en muchos sentidos, mejorando) su esencia a su propio terreno: Facebook, Instagram, Messenger y WhatsApp.

Últimamente es Twitter quien está imitando... a Facebook. Tras mucho tiempo de escasa actividad estratégica, y unos datos de uso e ingresos que no daban margen a la esperanza, ha actuado. Su último movimiento es la creación de un Twitter Lite para minimizar el consumo de datos, algo orientado a países en desarrollo... como lleva haciendo Facebook desde hace años con su propio Lite. Uno de los rasgos característicos de Twitter era el huevo como avatar por defecto. A nivel de producto tenía todo el sentido: en Twitter "piamos", el logo es un pájaro... el recién nacido es un huevo. Sin embargo, Twitter prefirió cargárselo para asumir un avatar genérico, de los que pueden encontrarse en cualquier red social. Eso sí, con vocación social: es imposible decir si se trata de la silueta de un hombre o de la de una mujer, y está diseñado pensando en ello.

Viejo a la izquierda, nuevo a la derecha.

Twitter es la red social de la última hora por excelencia. Nadie ha podido capitalizar, por sus propias arquitecturas, tan bien ese factor instantáneo. Twitter sí, y parte de ese rédito podía venir del vídeo, pero su forma de encararlo le ha lastrado. Mientras que Facebook habilitó para Live una plataforma extremadamente sencilla y accesible, que en España por ejemplo le ha valido para lograr incluso emisiones de partidos de fútbol, Twitter tuvo que cerrar acuerdos individuales (y por lo tanto, infraestructuras individuales) con estudios o cadenas. Al final Twitter siguió los pasos de Facebook con su API pública para vídeo.

Más: el nuevo Twitter sin menciones visibles con hilos de conversaciones escalonadas que no muestran los usernames de los usuarios a los que responden. Igual que con el huevo, se pierde algo tan característico de la red como los tuits que contenían a los usuarios respondidos, ahora semiocultos y ubicados de forma mucho más discreta. Facebook frente al nuevo Twitter:

En otras novedades de peso, Twitter por fin está luchando en serio contra el abuso que tanto daño ha podido hacerle. Mientras que Facebook, tanto por su propio enfoque como por las medidas activas tomadas desde hace tiempo, se ha convertido en un mal lugar para el acosador, Twitter era terreno baldío y fértil para acosadores, hasta el punto de que varios famosos se han marchado o han renegado de esta red por este motivo, como Jennifer Lawrence, Lily James, Jane Goldman, Tom Clarke, Adele (temporalmente) o Leslie Jones entre otros.

En los últimos tiempos también hemos visto algunas inclusiones más, como la apuesta más profunda por la imagen (la posibilidad de incluir cuatro fotos y que no cuenten en el número de caracteres), o el sistema algorítmico de presentación de contenido en la cronología en lugar de la simple línea temporal. Este listado de pasos recientes de Twitter sospechosamente parecidos a los de Facebook no son un crimen. Reformarse no es pecado cuando se está al borde del precipicio. Y la situación de Twitter empezaba a ser demasiado delicada, sobre todo en comparación con los de Zuckerberg.