Llega a lo cines The Alto Knights, la esperadísima nueva película de mafiosos protagonizada por Robert De Niro. El actor regresa al género que tan bien le ha funcionado en el pasado, sobre todo de la mano de Martin Scorsese. Esta vez, se une otra vez al director Barry Levinson (Rain Man, Sleepers) para afrontar los secretos de la mafia neoyorkina desde el punto de vista de la vejez. Para ello, no contento con protagonizar el filme, asume dos papeles distintos. A sus 81 años, el intérprete se duplica con dos personajes muy diferentes pero, en el fondo, muy iguales.

La trama de The Alto Knights, basada en hechos reales, sigue a Frank Costello y Vito Genovese, dos jefes del crimen organizado de Nueva York en los años 50, que crecieron y se hicieron juntos un nombre en la sociedad americana. Sin embargo, ya ancianos, su relación pasa por un momento muy tenso mientras se disputan el poder de las calles. Antiguos mejores amigos, ahora las traiciones y los celos llevarán a toda la mafia a un punto de ebullición que la cambiará para siempre.

The Alto Knights

Robert De Niro regresa al género de gángsters con un papel doble pero irregular. The Alto Knights sufre en su primera hora y media de varias inconsistencias y de una narrativa poco atractiva, muy lenta. Por fortuna, remonta en su final con un desenlace entretenidísimo que salva a la película de hundirse en el olvido.

Puntuación: 3 de 5.

Cocción a fuego lento

Lo primero que hay que señalar es que soy un obsesionado de las películas sobre mafia. Así que ver a Robert De Niro en un nuevo proyecto del género levantaba toda mi curiosidad y mis expectativas. Pero quien se acerque a The Alto Knights debe saber que es una cinta que muy poco tiene que ver con esos grandes clásicos de Scorsese y compañía. Al menos en lo referido a su ritmo y frenesí.

Esto no es un thriller lleno de disparos, persecuciones y operaciones peligrosísimas. Lo que propone The Alto Knights es un enfoque mucho más reflexivo. Uno que se asienta en el puro melodrama. Conspiraciones y traiciones gobiernan la pantalla durante las dos horas que dura la película. Todo se cuece a fuego muy muy lento, con un ritmo que hay que reconocer que es bastante irregular.

No existe ese gran atractivo por las historietas de capos que viven al límite. De hecho, muchas de las mejores "aventuras" de los protagonistas de The Alto Knights se cuentan simplemente como recuerdos que pronuncian los personajes de Robert De Niro en voz alta. Pero no llegan a verse en pantalla. Que si se llevó a cabo tal o cual operación, que si tuvo que aliarse con cierta persona para conseguir algo, que les pasó esto o lo otro... Pero lo que el espectador ve son solo conversaciones entre los variopintos personajes que habitan el mundo de la cinta, no sus acciones reales.

The Alto Knights

Un final a la altura

Barry Levinson dirige sorprendentemente en modo automático, con corrección pero sin dejarse llevar por momentos particularmente imaginativos. Todo lo que pasa es bastante predecible y el guion tampoco da pie a muchos adornos. Al final, da la sensación de que la tediosa primera hora y media solo sirve para poner al espectador en contexto. No pasa demasiado realmente, solo se nos explica sin mucha lucidez lo que estamos viendo. Pero todo cambia a medida que se acerca a su desenlace.

Poco a poco, por fortuna, la película va ganando velocidad. Y su tercer acto sí que recupera lo mejor del cine de gángsters con un drástico giro en el tono. Por fin, los protagonistas de The Alto Knights se ven envueltos en una situación real, presente y tangible. Y es delicioso ver cómo todo el filme levanta el vuelo en cuanto cambia de marcha.

En esa parte final, la película encuentra su lugar a base de tiros, reuniones de mafiosos trajeados y un fabuloso giro de guion. No es que sorprenda particularmente, porque es fácil leer entre líneas todo lo que les pasa por la cabeza a los dos personajes de De Niro. Pero igualmente resulta gratificante ver que se llega a esa catarsis que parecía que nunca sucedería en The Alto Knights.

The Alto Knights

Doble Robert De Niro

En cuanto a la interpretación doble de Robert De Niro, hay pros y contras. Está sólido sobre todo como Frank Costello, aunque algo menos creíble como Vito Genovese. Las ingentes cantidades de maquillaje que lleva encima tampoco ayudan, eso es cierto. Pero la sensación final que deja The Alto Knights es que no hay justificación alguna para que el legendario actor asumiese los dos papeles.

Se entiende el juego de espejos que quiere plantear Levinson al contratarle para ambos roles. Pero no se explora demasiado y todo habría funcionado igual de bien -o incluso mejor- si para Vito hubiesen buscado a un actor distinto. En cualquier caso, el aura de Robert De Niro sigue estando ahí y es capaz de llevar toda la película sobre sus hombros sin ningún problema. No son sus mejores interpretaciones, pero son lo suficientemente estables como para que The Alto Knights no naufrague.

The Alto Knights

En definitiva, The Alto Knights presenta una historia de mafiosos mucho más lenta y pausada de lo que estamos acostumbrados a ver. La cinta pretende contar las cosas muy mascadas y eso le pasa bastante en su primera mitad. Pero todo se salva con un final de lo más entretenido, irreprochable. Y, reconozcámoslo, ver a Robert De Niro haciendo de gángster ya es excusa suficiente para ir al cine a verla, aunque en su carrera las tenga bastante mejores.

The Alto Knights ya está en cines.