En los últimos días se ha hecho viral en TikTok la entrevista realizada en el podcast Roca Project a la antropóloga Izanami Martínez. Hay muchos fragmentos que han corrido como la pólvora por la red social, pero especialmente lo ha hecho el que señala que las mujeres tienen en el cerebro células de todas las parejas con las que se han acostado en su vida. Esto, como la propia Martínez relata, sería un tipo de microquimerismo, un fenómeno muy bien estudiado. Sin embargo, no hay la más mínima evidencia científica de que de verdad ocurra. De hecho, los científicos a los que se atribuye tal afirmación lo han desmentido numerosas veces en la última década.

Izanami Martínez advierte en el podcast que esta afirmación procede de un solo estudio, que además no dispone de revisión por pares. Está señalando, por lo tanto, que no es información demasiado fiable. Aun así, pasa a afirmar “ahora mismo, en mi cerebro, están conviviendo el ADN de mis hijos con el de todos los hombres con los que he tenido relaciones sexuales”. Una afirmación demasiado tajante para la advertencia que ella misma acaba de hacer. Pero es que, además, no se trata de un estudio sin revisión por pares, sino de un estudio que no existe.

Hay un estudio científico sobre microquimerismo que se puede relacionar con estas afirmaciones, pero las conclusiones son radicalmente distintas. Por lo tanto, por mucho que nos digan en un podcast sobre crecimiento personal, lo más posible es que tu ex no esté alojado en tu cerebro. Bueno, puede que lo esté, pero eso se pasa con tiempo y terapia. No hay mal que 100 años dure.

¿Qué es el microquimerismo?

Como ya hemos visto, el microquimerismo sí que es un fenómeno real y muy interesante, además. Una quimera es un ser mitológico compuesto por un cuerpo de cabra, cola de serpiente y cabeza de león. Por eso, es el término que se utiliza para hacer referencia a los seres vivos que tienen células de varios individuos distintos.

Ocurre, por ejemplo, cuando durante el desarrollo embrionario en un embarazo gemelar un embrión absorbe a otro. La literatura científica está repleta de casos de lo más sorprendentes en los que se descubrió este quimerismo por sorpresa. Por ejemplo, del de una mujer que resultó no ser la madre genética de sus hijos, a pesar de haberlos parido. Sus óvulos tenían ADN de una hermana que nunca nació, por lo que era este el que había incorporado su descendencia.

También hay casos de quimeras mucho más habituales, como el de los gatos que tienen dos patrones muy distintos de coloración en su pelo. 

sexo oral, ligadura de trompas, sexo embarazo, Riesgo para bebés y personas embarazadas en olas de calor.
Durante el embarazo, las células pueden cruzar la placenta en los dos sentidos. Crédito: Unsplash

Pero, sin duda, uno de los casos más curiosos de quimerismo que se han estudiado en los últimos años es el del microquimerismo fetal. Este se produce entre madres e hijos, ya que las células pueden atravesar la placenta en el embarazo, de modo que tras el parto la madre tiene células del hijo y el hijo de la madre. Estas células pueden encontrarse libres en el torrente sanguíneo o alojadas en órganos como el cerebro. Todo esto lleva estudiándose desde los año 90 y hoy en día se conoce tan bien que incluso se usa para hacer un diagnóstico prenatal no invasivo que elimina la necesidad de recurrir a prácticas peligrosas, como la amniocentesis. Hasta aquí todo bien. Ahora bien, ¿a qué hace referencia Izanami en el podcast?

Pero, sin duda, uno de los casos más curiosos de quimerismo que se han estudiado en los últimos años es el del microquimerismo fetal. Este se produce entre madres e hijos, ya que las células pueden atravesar la placenta en el embarazo, de modo que tras el parto la madre tiene células del hijo y viceversa. Estas células pueden encontrarse libres en el torrente sanguíneo o alojadas en órganos como el cerebro. Todo esto lleva estudiándose desde los año 90 y hoy en día se conoce tan bien que incluso se usa para hacer un diagnóstico prenatal no invasivo que elimina la necesidad de recurrir a prácticas peligrosas, como la amniocentesis. Hasta aquí todo bien. Ahora bien, ¿a qué hace referencia Izanami en el podcast?

¿Tienes a tus ex alojados en tu cerebro?

Izanami hace referencia a un estudio publicado en 2012 por científicos de la Universidad de Seattle y el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson. En él, se estaba estudiando cómo se transmiten algunas enfermedades genéticas entre madres e hijos. Para ello, se analizó el cerebro de 59 mujeres en busca de casos de microquimerismo. 

Para hacerlo, buscaron células con cromosoma Y. Dado que este solo se encuentra en las células masculinas, sería un claro caso de microquimerismo. Encontraron este cromosoma en células del cerebro de 37 de las mujeres. Un 62,7%. Cabría esperar que fuese de sus hijos, pero cuál fue su sorpresa al ver que muchas de ellas pertenecían al grupo control, que nunca habían sido madres. 

La publicación de este estudio generó un gran revuelo, seguido de muchísimas publicaciones virales en las que se señalaba que los espermatozoides pueden atravesar las paredes del tracto genital, pasar al torrente sanguíneo y ascender hasta el cerero. ¿Pero fue esa la hipótesis de los autores del estudio? Para nada.

Alzheimer
Se analizaron 59 cerebros.

Esos científicos señalaron que posiblemente era ADN de un hijo no nacido o de un hermano mayor o mellizo. En el caso de los hijos no nacidos, podría ser que esas mujeres hubiesen estado embarazadas, pero abortaran tan pronto que ni siquiera llegaron a ser conscientes. También puede que tuviesen un hermano mellizo y que su embrión lo absorbiese en las primeras fases de desarrollo. Como la mujer que no era madre genética de sus hijos.

Por otro lado, podría ser que tuviesen un hermano mayor que dejase células en el organismo de su madre y luego estas pasasen a ellas. Ninguna de esas hipótesis se ha podido confirmar al 100%, pero están mucho más aceptadas por los investigadores que el microquimerismo procedente de sexo con ex parejas.

Los científicos hablan sobre su estudio de microquimerismo

En 2018, una periodista de Business Insider entrevistó al doctor J. Lee Nelson, uno de los autores del estudio. Este desmintió que hubiesen barajado la hipótesis de las ex parejas. Más tarde, en 2019, el medio de comunicación Africa Check se puso en contacto con el centro de Investigación Fred Hutchinson para preguntar sobre el tema. Contestó a su llamada la portavoz del centro, Natalie Myers, quien, de nuevo, desmintió tajantemente la que ya se ha convertido casi en una leyenda urbana.

Cuidado con el sesgo de autoridad

Izanami Martínez es antropóloga. Eso podría darle suficiente credibilidad a todo lo que dice. Sin embargo, un antropólogo no siempre sabe de genética. El hecho de que durante la entrevista hable de “células del ADN” lo demuestra. El ADN está en las células, no al revés. Pero podría ser un lapsus. Quizás también sea un lapsus cuando habla de un estudio doble ciego solo porque hay grupo control. Normalmente en un estudio doble ciego ni los investigadores ni los participantes saben quién es el control, al que normalmente se administra un placebo. En este estudio el control eran mujeres que nunca habían tenido hijos. Teniendo en cuenta que se habían analizado los cerebros de mujeres fallecidas, podría ser que los investigadores no supiesen cuál era cuál, pero las mujeres tenían poco que decir.

drogas, sexo durante la menstruación
Durante el sexo pueden pasar muchas cosas, pero el viaje de los espermatozoides al cerebro no es una opción. Crédito: Unsplash

Por lo tanto, esta información del microquimerismo de las ex parejas no tiene la más mínima solidez. El problema es que vivimos en una era en la que la viralidad en redes sociales parece tener más peso que la evidencia científica. Por eso se siguen difundiendo este tipo de mensajes como si realmente fuesen ciertos.