Realme llegó a España en 2019. Lo hizo con un catálogo de móviles reducido, pero destacando por sus precios económicos. Ahora, y tras dos años de lanzamientos, la línea de móviles de Realme ha crecido considerablemente en España. ¿La última incorporación? El Realme GT. Se trata de un móvil con Snapdragon 888, el procesador más potente de Qualcomm hasta la fecha, pantalla Super AMOLED, cámara de 64 megapíxeles y batería de 4.000 mAh. Todo esto, por un precio que ronda los 450 euros.

Realme califica a este Realme GT como un "Flasghip Killer" —algo así como un aniquilador de buques insignia—, y es que sus especificaciones son idénticas a las que ofrece un móvil de alta gama, cuyo precio suele rondar, a día de hoy, los 900 euros. El bajo coste de este terminal no es algo misterioso, y es que Realme ha recortado en algunas de las especificaciones que pueden resultar menos "interesantes" para aquellos usuarios que buscan, sobre todo, una experiencia gaming en un móvil económico.

Precisamente, el diseño no es uno de esos apartados donde el Realme GT flojea. De hecho, es todo lo contrario. El terminal tiene un aspecto muy llamativo, con una cubierta de imitación al cuero (piel vegana) que le aporta, junto al módulo de cámara, un aspecto muy deportivo y elegante al mismo tiempo. Todo esto con una pantalla sin apenas marcos. En el panel, además, se integra un escáner de huellas dactilares que funciona muy bien, así como una cámara en la esquina superior, que apenas molesta al ver contenido multimedia.

Potencia de un gama alta a precio de gama media

Realme GT

Pero por lo que realmente destaca el Realme GT es por su potencia. El terminal cuenta con uno de los procesadores más potentes del mercado, el Snapdragon 888. Se trata de un chipset de 5 nanómetros, compatible con redes 5G y con WiFi 6. Le acompañan, en este caso, una configuración de 8 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento interno.

Son especificaciones muy similares a las que encontramos en terminales como el Xiaomi Mi 11 o el OnePlus 9 Pro. ¿La diferencia? Que el móvil de Realme cuesta menos de 500 euros.

Ahora bien, ¿cómo responde el Realme GT? A nivel de rendimiento, el terminal es una maravilla. El procesador hace un muy buen trabajo. Puede mover los juegos más potentes con total normalidad, incluso ajustando los visuales al máximo.

Los procesos del sistema, como la multitarea, descargas o transferencias de archivos, también son muy fluidas. Eso sí, he de reconocer que en algunas ocasiones, sobre todo cuando realizamos varias tareas al mismo tiempo —por ejemplo, descargas y juegos— , el terminal tiende a sobrecalentarse.

El Realme GT tiene la última versión de Android disponible para el público: Android 11. Incluye una capa de personalización propia: Realme UI. Es una interfaz muy sutil, muy similar a Android puro. Cuenta, además, con algunos ajustes extra que ofrecen mayores opciones de personalización, como la posibilidad de activar la pantalla Always-on o cambiar la forma de los iconos.

Una buena pantalla y una autonomía que destaca por su carga rápida

Realme GT

La pantalla es otro punto importante en la experiencia "gaming" que quiere ofrecer este Realme GT. Y, de nuevo, las especificaciones son muy parecidas a las que podemos encontrar en un móvil de gama alta. El terminal cuenta con un panel Super AMOLED de 6,43 pulgadas, tiene resolución Full HD+, el panel táctil se refresca a 360 Hz y la pantalla tiene una tasa de refresco de 120 Hz.

Es una pantalla muy buena en lo que respecta al brillo. Los 120 Hz hacen que todo los movimientos de la interfaz sean mucho más fluidos. Los colores son correctos, aunque algo fríos para mi gusto. Y, por último, la pantalla tiende a "amarillear" los tonos más blancos cuando giramos ligeramente el terminal. Esto es algo que se nota, sobre todo, a la hora de leer textos con fondos claros.

Pese a que muchos de los móviles que se mueven por este rango de precio cuentan con baterías de 5.000 mAh, Realme ha decidido apostar por una de 4.500 mAh de capacidad. Con esta batería podemos llegar al final del día con un uso medio, aunque en ocasiones he echado en falta algo más de autonomía para poder disfrutar de los 120 Hz. La carga, eso sí, es muy buena. Con el cargador de 65W podemos cargar el 50% de la batería en tan solo 20 minutos. No cuenta con carga inalámbrica, pero tampoco es una función esperada si tenemos en cuenta el precio.

Triple cámara que flojea en algunos escenarios

Realme GT

Realme también presume de apartado fotográfico en su nuevo GT, aunque los resultados no están a la altura del resto de especificaciones, sobre todo en las cámaras secundarias. La configuración es muy similar a la que encontramos en el resto de terminales de gama media; triple cámara con sensor gran angular, lente ultra gran angular y una tercera cámara que, en este caso, está dedicado a la fotografía macro.

El sensor primario tiene 64 megapíxeles. Se trata de un sensor Sony IMX682, con un objetivo de apertura f/1,8 y distancia focal de 26 mm. Las fotografías tomadas a plena luz del día con él son buenas, tanto a nivel de color como detalle. En algunos escenarios echo en falta un mejor manejo de la exposición, sobre todo en aquellas escenas donde el cielo está presente. El modo HDR puede manejar un poco mejor la luz de fondo, pero en la mayoría de casos tiende a saturar los colores y los vuelve menos realistas.

En interiores, los resultados a plena luz del día también son buenos. El detalle baja debido a la difícil interpretación de las sombras y zonas más oscuras, pero mantiene unos colores acertados. Ahora bien: en escenas nocturnas, tanto en exteriores como en interiores la cámara pierde mcuha fuera. Ya no hay tanto detalle y los colores se vuelven más apagados. El Realme GT cuenta con un modo noche que puede ayudar a manejar los colores y el brillo de los escenarios más oscuros y así conseguir unos resultados más decentes.

En general, es una cámara buena para poder tomar fotografías puntuales y postearlas en redes sociales, aunque quienes demanden unos resultados excepcionales, tendrán que mirar inevitablemente hacia productos más caros.

La cámara gran angular es de 8 megapíxeles. Tiene un ángulo de 119 grados, una apertura f/2,3 y una distancia focal de 15,7 mm. Los resultados en cuanto a color y exposición son muy similares a los que obtenemos con la cámara principal. De hecho, los colores son algo más realistas con esta lente. Con buena iluminación podemos conseguir fotografías interesantes y algo más creativas, aunque la cámara tiende a distorsionar los laterales.

El tercer sensor, dedicado a la fotografía macro, es de 2 megapíxeles y tiene una apertura f/2,4. Esta cámara es capaz de tomar fotografías a una distancia de 4 centímetros. Las imágenes son interesantes en cuanto a detalle, pero pobres a nivel de brillo y color. Además, el sensor principal tiene un nivel enfoque que permite hacer fotografías a corta distancia con buenos resultados.

¿Merece la pena el Realme GT?

Realme GT

El Realme GT llega a España a un precio de 450 euros. La compañía también comercializa una versión con mayor capacidad, con 12 GB de memoria RAM y la interna de 256 GB. Esta variante cuesta 599 euros.

El Realme GT es, sin ninguna duda, uno de los dispositivos con mejor relación calidad-precio que podemos encontrar a día de hoy. Ahora bien, Realme ha tenido que recortar en pequeños apartados (excepto en potencia, claro) para conseguir que un terminal con estas características tenga un precio contenido —un poco de aquí y otro poco de allá—. Afortunadamente, los “recortes” no perjudican considerablemente en la experiencia.

Posiblemente, donde más flojea el Realme GT sea en el apartado fotográfico. Los resultados son buenos en la mayoría de situaciones, pero no está a la misma altura que el rendimiento o la pantalla de 120 Hz. Aun así, creo que no es un punto decisivo a la hora de comprar este dispositivo.

Por este precio, es muy difícil encontrar un móvil con tanta potencia. El modelo más comparable a nivel de especificaciones, aunque no de coste, es el OnePlus 9. Un móvil que, efectivamente, puede ofrecer mejores resultados en cámara, pero cuesta bastante más.